Siempre he dicho que las declaraciones picantes antes de un partido no le hacen daño a nadie, siempre y cuando se mantenga la línea del respeto.
Ese tipo de reacciones son como ingredientes en la previa de un duelo, así como Héctor Vargas lo hizo la semana pasada señalando que solo le faltaba ganarle al Real España en Campisa, algo jocoso, pero nada más.
El problema es cuando todo se sale de control, tal y como sucedió este martes, donde muchos quisieron exponer sus puntos de vista, centrándose en un tema: El arbitraje.
Osman Madrid, vicepresidente del Olimpia:
“Pedro Rebollar es el peor farsante que pudo haber tenido la Comisión de Arbitraje. Deberían darle su boleta a este señor para que se vaya porque le ha hecho tanto daño a nuestro fútbol”.
Pedro Rebollar, vicepresidente de la Comisión Nacional de Arbitraje:
“No creo que la persona que lo comentó (Osman Madrid) tiene la calidad moral para referirse a mí persona de esa forma y por ende no me molesta, no me doy en ningún momento por aludido”.
Manuel Keosseián, técnico del Olimpia:
“Quiero pedirle disculpas a Rubilio Castillo porque dije que se tiraba, que fingía y ya se vio que es una estrategia de Motagua contra Olimpia, todos se tiran”.
Pedro Atala, presidente del Motagua:
“Este señor (Manuel Keosseián) piensa que lo contrataron para hablar de Motagua, pero si es así, pues bienvenido. Yo lo atiendo aquí en mi oficina”.
Diego Vásquez, técnico del Motagua:
“Sí, nosotros hicimos tirar a un jugador muchas veces, pero ese fue su portero. De chiquito me enseñaron que no debo responder a los mayores, pero creo que un tipo de experiencia (Keosseián) debería tener códigos”.
Bueno, como ven, todo fue bla, bla, bla. y eso que fui resumido, de lo contrario tendríamos que armar un libro repasando cada una de las palabras expresadas por los protagonistas.
No sé qué opinan ustedes al respecto, pero al menos yo creo que pasaron la raya, y ojo, no hablo específicamente de uno, sino de todos, tanto del que comenzó como el que la siguió.
El tema del arbitraje es algo subjetivo, y no solo en Honduras, sino en el mundo. Cuando alguien se siente afectado pega el grito al cielo, pero cuando se ve beneficiado por errores arbitrales no dice nada.
En definitiva podemos decir que los árbitros se equivocaron, se equivocan y se seguirán equivocando, son seres humanos, pero a pesar de eso lo único que importará será lo que suceda en el verde césped, así que dejémonos de tanta habladuría y centrémonos en lo que importa, el FÚTBOL.