Cuando se quiere se puede y Marina Rosaura es el vivo ejemplo…
Marina Rosaura es una mujer de 36 años, proveniente de una familia de escasos recursos del pueblo de San Lucas, El Paraíso, juega en la Selección Nacional de Fútbol para amputados, su posición es el de portera y su equipo es el Sin Barreras.
Marina esconde una historia sacrificada y difícil, aún así sale a hacer lo que más ama y a demostrarle al mundo que la naturaleza del ser humano es siempre ir adelante, luchar por cada sueño y rendirse jamás.
A los doce años se encontraba en la iglesia repicando la campana de su pueblo, fue una varilla de construcción que amenazó con acabar con su vida, un cable de alta tensión logró alcanzarla y se electrocutó, inmediatamente fue trasladada a emergencia del Hospital Escuela. Su situación era crítica haciéndola quedar en coma por lo grave del accidente. Los médicos no tuvieron opción que amputar su brazo debido a la gangrena que se extendió por él.
Las dificultades de la vida no la han hecho detenerse, sino más bien, esforzarse mucho más de lo que lo haría una persona normal. Nos cuenta como fue de complicado aprender a escribir con la mano izquierda, tanto fue que tuvo que repetir primero de ciclo, pero después del accidente supo dedicarse al estudio y no reprobó ninguna materia graduándose de Perito Mercantil en el INTAE en el año 2001.
Siempre anduvo en la búsqueda de un empleo para generar el suficiente dinero y costearse la carrera de Educación Comercial en la Universidad Pedagógica, logró graduarse en 2006. Su propósito actual es conseguir un empleo del rubro de su carrera, pero ha sido difícil.
“El año pasado trabajé para PROHECO y era difícil porque tenía que caminar hasta dos horas desde mi casa al trabajo, llegaba a aldeas remotas, donde no había señal, agua y el salario no era para nada bueno”
Marina no se despegó del deporte y como respiro decidió seguir su pasión que era el fútbol, su equipo favorito son los Lobos de la UPN, también jugó en el equipo de la UPN y era lateral. El deporte en las personas con dificultades es estricto y tienen reglamentos que seguir si quieren participar en el fútbol.
“Yo soy portera porque en el reglamento esta que los amputados de brazo solo pueden ser porteros; los jugadores de campo son amputados de pie”
Marina también participó en la Maratón de la Virgen de Suyapa desde la 5 am, nos dice que se siente feliz cuando hace deporte.
Un ejemplo de perseverancia, esfuerzo y dedicación, sin duda un ser humano extraordinario. Si tienes un trabajo o conoces a alguien que le pueda ayudar a Marina, su número es 9579-1214.