“Fui la primera Mastóloga de Honduras. Mi propósito fue siempre ayudar a las mujeres de mi país. Mujeres que luchan día a día con esta enfermedad y que usualmente están solas”
La doctora Lía Bueso de Castellanos nació en Ocotepeque, proveniente de una familia de médicos increíbles en el país, con el pasar del tiempo ella descubrió que quería ayudar a tantas mujeres como le fuera posible y también decidió dedicarle su vida a la bata blanca.
Qué honor tenemos los hondureños por contar con mujeres excepcionales que trabajan para los demás. Quienes han tenido esa vocación de ayudar al prójimo y hacerle saber que no está solo. Así es la doctora Lía, quien se ha educado y ha salido adelante para lograr su sueño, sueño que alcanza la vida de otras.
En el mes de la mujer nos complace entrevistarla y conocer un poco de la historia de esta mujer que ha cambiado el país con su bondad y amor por la sociedad. Qué orgullosa me siento de ver mujeres triunfadoras que velan por aquellos que no tienen paz por las noches pero que reciben un respiro por parte de estos seres humanos únicos.
¿De niña, qué quería ser cuando creciera?
Es divertido porque cuando pequeña quería ser arquitecta. Pero en el transcurso que iba creciendo me dejé influenciar por mi familia y se convirtió en mi pasión; mi papá médico, mi hermano mayor médico entonces así nació el amor a la medicina.
¿Cómo surgió el proyecto de C-Mater Dei?
Mater Dei nace en 1999, estamos cumpliendo 20 años este año. Me fui a Argentina porque había visto la necesidad de la mujer hondureña; no estaba bien evaluada. Cuando trabajé en un hospital llamado del mismo nombre supe que quería hacer lo mismo por mi país. Un día les dije a las hermanas religiosas de Mater Dei en Argentina. “Voy a poner uno en Honduras”.
¿Por qué estudiar Mastología?
Yo inicié mi carrera en Viera, hice cirugía general en el Hospital Escuela. Me di cuenta que en Honduras el cáncer de mamá era un terreno de nadie, que las mujeres estaban desamparadas, de allí nació la necesidad de ayudar a las mujeres. Me sucedió que tuve una paciente que necesitaba un oncólogo urgentemente, pero en esos tiempos era hasta complicado conseguir un oncólogo. Fui la primer mastóloga de Honduras.
Fue difícil llegar a Honduras y querer implementar lo aprendido pues solo había un mamógrafo y solo hacían una mamografía por mes porque decían los médicos que era mucha radiación para la mujer. Se tuvo que dejar atrás los tabús con los colegas. Una vez ya en Honduras comencé a dar charlas y congresos médicos para que se conociera lo que se estaba haciendo en el mundo.
¿Ha cambiado las investigaciones?
Hemos avanzado mucho en cáncer de mama, dando un giro positivo, nos ha permitido hablar de que hay curación cuando lo diagnosticamos tempranamente. A veces se detecta el cáncer de mamá en mamografías que solo presentan tres puntitos de sal, que para que forme un granito en forma de café pasaran 4 años. Nos adelantamos 4 años a la enfermedad con detención temprana a través de las herramientas tecnológicas.
¿Cuál es el consejo de la prevención?
En primer lugar, es necesario saber que una de cada 8 mujeres padece de esta enfermedad en cualquier etapa de su vida. No es alarmar a la mujer, pero en los últimos 10 años hemos visto que ha incrementado en un 20% el cáncer de mama de mujeres menores de 40 años. Es necesario asistir a su médico para las evaluaciones periódicas y estar en constante revisión.
¿Algún caso que le haya marcado?
Una niña de 12 años que empezaba a vivir, no sabíamos cómo tratarla. Pedimos ayuda con los oncólogos pediatras. Pero tampoco ellos sabían cómo manejarlo. Entonces pedimos ayuda a Saint Jude en Estados Unidos, al final ellos tomaron la decisión que se manejara como un adulo.
El cáncer de mama entre a más temprana edad aparezca es más agresivo y la niña falleció a los tres años. Pasó un proceso demasiado fuerte como el de cualquier mujer adulta, hizo metástasis. Era un caso interesante porque en su familia había mujeres con cáncer de mama y la madre también tuvo cáncer de mama.
¿Cuál es el atributo de la mujer hondureña?
Es una mujer estoica. Fuerte, siempre en la lucha. Lamentablemente he visto y lo he analizado cuando una mujer desarrolla cáncer de mama está pasando por procesos emocionalmente fuertes; perdida de un hijo, divorcio. Hay algo que si tiene que ver un estrés y aun así salen adelante.
Es fuerte, abnegada, luchadora, emprendedora.
¿Cuál ha sido su inspiración?
He tenido varias inspiraciones. Le daré un reconocimiento a mi papá fue un hombre fuera de serie, éramos tres mujeres y dos varones y siempre nos inculcó que teníamos que estudiar igual o más que los varones. El mundo está cambiando, nos preparó y nos metió eso en la cabeza que éramos iguales que los hombres. Mi esposo también resultó ser un admirador de la mujer, han sido un gran apoyo.
¿Se arrepiente de algo?
No, fíjese que no. He sido bendecida por Dios, tengo tres maravillosos hijos, exitosos. Un excelente esposo. Familiarmente yo estoy realizada. Y mi trabajo es mi pasión.
¿De qué proyectos se siente orgullosa?
De Mater Dei, que ha sido un proyecto para apoyar a la mujer hondureña y FUNHOCAM que es la Fundación Hondureña contra el Cáncer de Mama.
¿Dónde se ve de aquí a 5 años?
Trabajando, me gusta lo que hago siempre trato de innovar. Estoy analizando cambios en la clínica, trabajando y sirviendo. En mi tiempo libre; la jardinería, me gusta estar en casa.
¿Cómo se define en una palabra?
Sincera.
Gracias doctora Lía por ser el ser humano valioso que es. Por esforzarse por las mujeres que más nos necesitan en nuestro país y por siempre mostrar esa bondad que hace de mujeres como usted, una mujer excepcional.
¡Feliz Día de la Mujer Hondureña!
