La tecnología es un arma de doble filo, si bien puede hacerte la vida más fácil, también puede hacerte la vida más difícil. ¿Por qué? Simple y sencillamente porque hay personas que no saben manejarlo, no saben dedicarle un tiempo prudente y no saben separar la vida real con la vida en las redes sociales.
Cada día que nos levantamos lo primero que hacemos es ver el celular que todos los días lo vamos a encontrar al ladito de nuestra cama, si no es que a veces nos dormimos con él. Hay tantos beneficios de esta red, nos ha facilitado el existir, tenemos la información a un clic de distancia y aprendemos día con día de él, pero me he preguntado siempre ¿Es prudente que nuestros pequeños se llenen de tecnología a tan temprana edad?
La respuesta se sigue repitiendo en mi cabeza una y otra vez, NO. No está bien dejarles usar la tecnología desde tan pequeños y saben por qué, debido a que se pierden la experiencia real de ser unos pequeños curiosos, amantes de la naturaleza, de los deportes, descubriendo cosas nuevas cada día. Le estamos robando esas experiencias a nuestros pequeños, ahora me da tantísima lástima ver niños de dos años desesperados si no se les da el celular o la tablet, si lo hacemos contribuimos a que tengan problemas en sus ojos desde temprana edad y no estamos dejándolos ser libres.
Recuerdo cuando yo era una pequeña, jugaba de todo, me iba a dormir cansada y ni una tan sola vez tenía un celular en la mano, pero me raspé, me enlodé, anduve en bicicleta, jugué a las escondidas, a la rayuela y eso me sirvió muchísimo tanto saludablemente, porque mis defensas internas eran bastante fuertes. Ahora los niños viven en la comodidad de un sofá viendo el celular todo el día, al menos no es lo que me gustaría para los míos.
Según estudios el mal carácter de algunos niños podría derivarse precisamente del uso de teléfonos móviles a tan corta edad. Dejémoslos experimentar lo mismo que vivimos en nuestra niñez, ya habrá momento para utilizar la tecnología más adelante, cuando ya tengan conocimiento y sensatez. Ahorita podemos disfrutar la vida con ello sin que se interponga lo virtual.