Hablar de Indira Murillo es hablar de un sinfín de cosas, que estoy segura que ni una nota de página web, un artículo en la prensa escrita o un reportaje televisivo y radial se daría abasto, me atrevería a decir que sin duda ha sido una de las mejores hijas que Honduras pudo parir.
Mujer fuerte e imponente que no pasaba desapercibida en ningún lugar tanto así que conquisto tierras extranjeras, pero creo que su verdadero secreto aparte de la capacidad y talento profesional eran sus ojos color miel que estoy segura que ponía a temblar hasta el sol y su gran sonrisa que nunca se la negó a nadie y que inspiró a cualquier cantidad de personas.
A pesar de que Indira hace tres años luchaba con un diagnostico nada alentador, nunca la vimos caer, es sus redes sociales siempre era Indira aquella mujer que toda Honduras pasaba enamorada, con sus post optimistas, chistosos y llenos de momentos felices al lado de su familia y amistades.
Me comunique con Norma Murillo (hermana) quién le enseño a jugar basketball, para conocer un poquito más a Indira y conocer las cosas que amaba hacer.
10 cosas que pocos conocían de Indira y que amaba hacer.
- Tomar café
- Usar la computadora.
- Revisar el correo electrónico.
- Ver las noticias.
- Llamar a las personas.
- Ir de compras.
- Dar gracias a Dios en todo momento.
- Hacer la cena del esposo.
- Cenar junto a su esposo.
- Trabajar parte de la noche, decía que ahí desarrollaba las mejores ideas.
Otra de las mujeres importantes en la vida de Indira fue Lizeth Murillo (hermana) que se convirtió en su ángel guardián jugando un papel de hermana, madre y amiga ya que ella la cuido en su enfermedad.
Norma, comentó que Indira era una mujer que no le tenía miedo a nada.
“Una vez se robo la moto de mi hermano y se raspó toda, manos y cara”, expresó.
Indira hoy no estas físicamente con nosotros, pero dejaste legado, historia, y sonrisas hasta para tirar para arriba para contarlas a las siguientes generaciones.