La cancha del Estadio Nacional de Tegucigalpa recordó viejos tiempos este sábado por la noche, cuando se disputó el Juego de Leyendas entre Blancos y Azules.
Cada equipo en su escuadra contaba con jugadores históricos, mismos que se ganaron el respeto de los aficionados por su calidad y su entrega sobre el terreno de juego, esto cuando estaban activos defendiendo los colores de su institución.
Sí, es cierto, el físico ya no es el mismo, pero créanme, no importa el tiempo que pase, la calidad no se pierde por ningún motivo, y eso quedó demostrado sobre el verde césped.
- Juego de Leyendas
Sábado, 29 de diciembre
Blancos 2-1 Azules
Estadio Nacional, Tegucigalpa
Desarrollo del Partido:
Blancos 0-0 Azules
Blancos 0-1 Azules (Luis Guzmán)
Blancos 1-1 Azules (Ramiro Bruschi)
Blancos 2-1 Azules (Óscar Bonilla)
Solo para que se hagan una idea de qué clase de partido se estaba jugando, repasemos algunos nombres de los jugadores que estaban sobre la cancha.
Blancos saltó al terreno de juego con grandes históricos como lo son Arnold Cruz, Robert Lima, Cristhian Santamaría, Nerlin Membreño, Dani Turcios, Noel Valladares, Eduardo Bennett y Samuel Caballero, entre otros como el mismísimo Boniek García, quien sigue en actividad profesional.
Por su parte de los Azules lo hizo con Amado Guevara, Júnior Izaguirre, César el “Nene” Obando, Miltón el “Jocón” Reyes, Óscar Torlacoff y el “Venado” Castro, entre otros.
El espectáculo estaba asegurado, y la verdad es que no decepcionaron, pues dentro del campo demostraron que no importa la edad, la rivalidad en el deporte no desaparece y como tal siempre tienen sed de victoria.
En el primer tiempo el marcador terminó 1-1, esto con el gol de Luiz Guzmán para los azules y el tanto de Ramiro Bruschi para los blancos, mientras tanto en la segunda parte se definió todo.
Un golazo de larga distancia de Óscar el “Pescadito” Bonilla definió el partido a favor de los Leones, quienes terminaron levantando la Copa Amistad, esa que tiene un gran significado.
Todos los asistentes al inmueble capitalino no solo recordaron viejos tiempos y vivieron un momento especial, sino que también apoyaron a la causa, pues este era un juego benéfico en favor de la Fundación Hondureña de Niños Quemados (Fundaniquem).
En pocas palabras… ¡Todos ganamos! Fue una noche memorable en la que se vivió de todo, siendo sin duda alguna la mejor manera de cerrar el 2018.