El Centro de Conservación de Vida Silvestre en Zacate Grande, Amapala, cuenta con varios proyectos de restauración del ecosistema hondureño, así como el desarrollo y crecimiento de plantas a lo largo de sus 2,085 áreas de extensión.
Es un orgullo para el país dar a conocer que a lo largo de los años de nacimiento de este proyecto se han visto reflejados los beneficios en las más de 6 millones de plantas que han logrado renacer en la zona, entre ellas se encuentran; Caoba, Guanacaste, Laurel, Cedro, Carreto, Cortéz y no faltan los árboles frutales como: Mango, Naranjo, Marañón, Coco, guineo y otros.
Otra de las partes interesantes de este proyecto es la crianza y reproducción de guaras rojas que han estado en constante tratamiento para su multiplicación, las guaras reciben atención especial en el centro, donde su crecimiento es prioridad.
El proyecto ha avanzado de manera significativa tanto que las aves que ya han sido liberadas ahora se ven volar por los cielos de Nicaragua y El Salvador.
Uno de nuestros símbolos patrios significativos es la Guara con su hermoso plumaje rojo y esta organización se encarga de plasmarla en la posteridad para disfrutar de ella. Pudimos observar la reacción de estos animales cuando alguien se acerca a su nido, a la defensiva, cuidando su hogar.
Otro dato interesante que pudimos ver es que en el centro de conservación ha creado hogares en toneles azules colgado de árboles que les sirven a estas aves como hogar, pero con el paso del tiempo ellas han sabido crear su propio espacio en los troncos de los árboles.
Vuelan libremente por la zona desde jóvenes, seguidamente son liberadas y se esparcen por todo el territorio Nacional e incluso internacional. Es necesario para nosotros los ciudadanos de este bello país concientizarnos sobre la importancia de cuidar y proteger la flora y fauna que vemos crecer en esta zona.
De esta manera contribuiremos con el desarrollo de estas especies que gracias al Centro de Conservación Silvestre cada día son más. La Familia Facussé han sido los pioneros del proyecto que está salvando mucha vida animal y vegetal que tanto se necesita en Honduras.
Un orgullo formar parte de eventos como este, que nos demuestra que los cambios están en nosotros y que podemos aportar porque hoy nos beneficia a nosotros, más adelante a nuestros hijos y nietos.