Deberíamos estar hablando únicamente de fútbol en la gran final de la Liga Nacional, pero no, tanto Motagua como Olimpia han puesto sus cartas en lo extradeportivo, para ser más específico en el arbitraje.
Los primeros fueron los azules, quienes con un comunicado expresaron que no estaban de acuerdo con que Héctor Rodríguez fuera el árbitro central para la ida, y créanme, desde entonces el partido se manchó.
Se dio uno de los escenarios, el árbitro se equivocó en contra del Olimpia y desde la institución merengue sienten que la postura del Motagua condicionó, así que también entraron en el lamentable juego.
A través de un comunicado el equipo blanco rechaza que Melvin Matamoros dirija el partido de vuelta y solicita a la Fenafuth árbitros internacionales para dicho encuentro definitivo.
Comunicado Club Olimpia Deportivo pic.twitter.com/8ohMufMqr1
— Club Olimpia Deportivo (@CDOlimpia) December 11, 2018
Todo esto parece una mentira, pero no, a esta lamentable postura llegaron ambos equipos, y ahora como tal deben atenerse a las consecuencias, pues quieran o no cada palabra entra en la cabeza de quién arbitra los partidos.
Pero bueno, ese no es el punto, el detalle es el siguiente: ¿En realidad Oilmpia y Motagua deben quejarse del arbitraje? ¡Por favor!
A lo largo de la historia ambos equipos se han visto beneficiados por errores arbitrales en numerosas ocasiones, y claro, cuando se equivocan a su favor nadie dice nada… ¡Y esto pasa en todo el mundo!
Todo es cuestión de comprender que los errores arbitrajes existieron, existen y existirán a favor y en contra, principalmente en países como el nuestro donde la llegada del VAR parece imposible.
En lugar de preocuparse por quién estará al mando del juego deberían estar pendientes de su equipo, trabajar únicamente en lo deportivo para afrontar cualquier circunstancia y punto, eso hacen los verdaderos campeones.