La primera final del clásico hondureño se vivió ayer y me fui a platicar con algunos aficionados de los dos equipos, en un ambiente de júbilo las barras animaban sus colores, ya sabemos que los más grandes rivales deportivamente hablando, serán siempre Olimpia y Motagua, pero ayer chocaban hombros como hermanos.
Llegamos temprano a las afueras del estadio para agarrar las reacciones de aquellos que vestían colores azul y blanco, mientras hacían fila observábamos como dos pequeños vestidos de blanco gritaban y bailaban agarrados de la mano de papá que iban en familia a disfrutar de un sano encuentro.
Los pequeñitos de la casa nos regalaron cánticos en apoyo al Club Olimpia y nos alegraron el día al ver la emoción que proyecta el fútbol en los niños de nuestro país.
¿Y quien dice que en cuestión de amor hay rivalidad? Estos chicos nos demostraron que no hay frontera que divida lo que el uno siente por el otro, con respeto, amor y paciencia pueden hacer una perfecta combinación y amarse independientemente de los colores que vistan en la camiseta. El corazón no elige a quí equipo amar, pero sí decide respetar al que tenemos al lado y alegrarnos por su victoria.
Que decir de esos amigos con los que vas al estadio y los que se burlan de vos con cada gol pero que no dejan de verte como un hermano al que siempre le deseas la felicidad, así pasó ayer en el encuentro muchos festejaban y bailaban frente a sus amigos quienes regalaban sonrisas y continuaban alentando hasta el final.
La organización a las afuera estuvo al nivel, las personas respetaban la fila para entrar al estadio, la seguridad ayudó a que todo se llevara en el orden adecuado y dentro del estadio no fue la excepción.
La alegría del campeón se hizo presente, pero con respeto hacia el otro y el rival perdedor en esta ocasión supo caer dignamente y salir sin más controversias del estadio.
Es necesario recordar siempre que el amor por el fútbol es un amor limpio que no se mancha con actos de deshonestidad ni fuera ni dentro de la cancha, los verdaderos amantes de este deporte saben respetar.
