Las historias que hay detrás de las personas son las que forman su esencia, la trayectoria y el duro trabajo para lograr lo que alguna vez fue visto como imposible, solo habla de la perseverancia, la entrega y la verdad detrás de una persona para llegar a donde está. La vida e historia de Doña Josefa nos robó el corazón.
Doña Josefa Bonilla Salinas nos cuenta un poco de su larga historia para llegar a consolidarse como la vendedora de las rosquillas más ricas del país.
Un trabajo que inició en los 60’s, con la necesidad de sacar a sus 9 hijos adelante, darles un título y prepararlos para la vida. Doña Josefa tiene una larga trayectoria como emprendedora y con su humildad nos cuenta cómo logró llegar a recibir el premio Copan 2018 a emprendedor individual.
Doña Josefa inició destazando cerdos, produciendo chorizo, tamales y chicharrones. Tiempo después se dedicó por 15 años hasta ahora a la producción y venta de rosquillas, empanadas, alforas, tustacas y el buen cafecito. Tiene 7 empleadas que le ayudan en su día a día.
Nos cuenta que se levanta tempranito a hacer sus oraciones, a las 6 am está lista ya para recibir a los clientes que incluso algunos le tocan el timbre porque van de viaje, recibe también llamadas del extranjero pidiéndole encomiendas de sus productos, así de deliciosas son las rosquillas de Doña Josefa que la buscan de todos lados.
Otra historia son los hornos en los que ella hace sus producciones, construidos desde los inicios, el más grande tiene cupo para 21 latas repletas de rosquillas, en uno caben 14 y en otro 9, estos hornos la han acompañado desde siempre.
Recibió el premio Copán 2018 de emprendimiento individual y nos cuenta cómo se sintió de feliz al ser aplaudida y vitoreada por un público que admiró su esfuerzo a lo largo de estos años. Un agente de cambio como ella nos enseña que en la vida no todo será fácil pero que con esfuerzo y positivismo podemos alcanzar cualesquiera que sean nuestros sueños.
Si querés comprar estas deliciosas rosquillas y demás productos, te contamos que están ubicados en La Villa de San Antonio, Comayagua como a unos 5 min del desvío, vale la pena darse una pasadita para probar sus deliciosas rosquillas.
Andá a disfrutar el sabor y la esencia que les pone Doña Josefa a sus rosquillas y de paso admirar el hermoso y gigante nacimiento que hicieron para este mes de diciembre que les tomó dos días trabajando sin parar, que incluso cuenta con fuente de agua.
Ciertamente una familia de emprendedores que han logrado posicionarse en el negocio de las rosquillas. Visítalos y consumí lo nuestro.