Tras lo ocurrido en Argentina, dejó ver a puertas abiertas la mala organización que se llevó en la final de la Copa Libertadores, solo nos deja una pregunta…
¿Acaso no es capaz esta organización de dar una decisión contundente sobre lo que pasará en la final?
Al parecer se han quedado cortos, lo único que han logrado es jugar con la afición que no sabe si perderá los boletos de la vuelta o se jugará finalmente en otro estadio. Las teorías son muchísimas desde cerrar las puertas para la final hasta incluso una demanda en la mesa por parte de los directivos de Boca, que al parecer quieren llevar la copa a lo legal.
Para los aficionados de este bello deporte nos parece una total falta de respeto tenernos en el limbo de la indecisión. ¿Se juega?, ¿No se juega?, ¿Se podrá entrar con los boletos ya adquiridos?, ¿Se cerrarán las puertas?, ¿Se hará en otro estadio?, lo único que se sabe es que al parecer no hay un líder que sepa definir la situación que se da en esta final tan esperada.
El asunto ha superado a todos. El día domingo los presidentes de los dos clubes, Daniel Angelici de Boca y Rodolfo D’Onorio de River, habían acordado reanudar el partido cerrando un pacto hablado entre ellos, pero ahora el dilema es otro, se van a lo legal los de ‘Boca’.
Los actos que presenciamos este sábado fueron deplorables, no hay excusa para la actuación de algunos ‘Hinchas’ de River. Si las máximas autoridades se armaron bien para llevar a cabo este encuentro en el que debió haber más seguridad, muchísima más, me sigo preguntando si pretendían parar a cientos de aficionados en el clásico más importante de la historia de Argentina con unos pocos policías.
Ahora nos toca esperar que salga alguien con voz de mando a dar una decisión final, porque por lo visto hasta ahora no tienen a nadie y han hecho perder el tiempo y el dinero de muchísimas personas, algunos que viajaron desde lejos y otros que a duras penas ahorraron para comprarse el boleto.
Otra de las teorías habla de llevarse a cabo la final en ‘Emiratos Árabes Unidos’ para que el campeón se quede a disputar el Mundial de Clubes.
No sé qué me da más pena, la indecisión o la irresponsabilidad.