Siempre me he preguntado cuál es el propósito de los zoológicos en Honduras donde los animales están encerrados en jaulas ridículamente pequeñas; descuidadas, sin libertad de movimiento y sin vegetación.
Deberíamos practicar y encerrarnos nosotros mismos en estas jaulas donde el tamaño es apenas el doble que el animal, estando 24 horas al día y 7 días a la semana en un hábitat que se reduce a pocos kilómetros donde no se puede desenvolver y sin contacto en su mayoría con otros de su manada.
Dicho esto, pasemos a la ignorancia que vive, goza, se regocija y se respira en nuestro país.
Ya lo de los zoológicos está complicado arreglarlo, nos queda al menos inspeccionar que estos sean dignos y amplios para que los animales se desarrollen normalmente, pero la ignorancia sí que no sé cómo la vamos a erradicar en Honduras.
Será que un día te levantas y decís “¡Hoy es un gran día para ser un imprudente, insensato y payaso!”.
Sucedió este jueves en un zoológico en la capital, donde un chavo metió la mano a la jaula de un león (que de por si estar encerrado seguro desespera) y de paso que venga un individuo a querer tirárselas del “chistosito del salón” al molestar a un animal de esta magnitud, tenemos que tomar conciencia en nuestras actitudes y en el resultado de estas.
El desconocido terminó con el brazo rasgado después de que al león no le pareciera divertido la forma en la que actuaba el joven que agitaba las manos llamando la atención del animal, es importante también pensar en nuestra familia cuando estemos a punto de hacer cosas ridículas y evitar causarles angustia a nuestras madres, padres de puro gusto.
Seguro las críticas le han caído de todos lados, pero es necesario hablar sobre esta clase de imprudencias y evitar terminar lastimado por pura tontería.