En las fiestas podemos ver una variedad de tipos de personas: el DJ que no deja a nadie poner música, el guapito que es el alma de la fiesta, el forever alone que nunca nadie sabe quién lo invitó, el que no lleva nada y bebe hasta transformarse en el maltrago, el chavorruco que es bien creepy y, el más mítico de todos, ¡el que no bebe y aun así se divierte!.
¡SÍ! Aunque no lo crea, hay personas que pueden pasarse toda la noche de fiesta y aguantarle el ritmo, aunque no estén bebiendo y no necesariamente son los conductores designados, simplemente no les gusta el alcohol, ellos no tienen que preocuparse por los devastadores efectos del alcohol (la bendita cama voladora, por ejemplo).
Estoy segura que todos nosotros tenemos un amigo así y muchas veces es incómodo porque lo atacamos con preguntas tontas, pero resulta que un estudio de la universidad de Oregon señala que las personas así son mucho más extrovertidas que cualquier otra que bebe, porque ellos lo hacen de manera natural y desarrollan mucho más sus sentidos y hormonas.
Qué pinta, admítanlo, estaría genial divertirse toda la noche y no estar muriendo de resaca al día siguiente o escuchando el recuento de los daños (de los que no te acuerdas… ups). ¡Eso es un gran punto para los que no beben!.