No suelo escribir sobre situaciones ajenas al fútbol, no es lo mío. Y no es que viva en una burbuja, sino que simplemente disfruto de lo que me gusta, pero claro, soy consciente de la situación que vive el país.
Vamos directo al grano. En esta oportunidad igual haremos un penal, solo que el portero no será nadie ligado al deporte, sino las autoridades correspondientes, o como dirían por ahí, a quién le quede el saco.
En los últimos días se ha hablado mucho del uruguayo Tabare Alonso, a quien en San Pedro Sula le robaron su bicicleta América, con la cual ha viajado miles y miles de kilómetros.
Comprendo, para él es algo más que un medio de transporte, es por ello que dejó claro que no abandonaría el país hasta que encontrara a su acompañante de aventuras. Después de una intensa búsqueda sucedió.
El lunes la Policía Nacional afirmó haber dado con el paradero de dicha bicicleta supuestamente por una llamada al 911, y bla, bla, bla, lo mismo de siempre.
Que no se malentienda lo que quiero señalar. Estoy muy feliz de que Tabare haya encontrado su bicicleta, sin embargo me indigna que las autoridades solo atiendan el llamado cuando un caso es viral y hace eco en la sociedad.
Es mas, al principio casi ni le paran bola al uruguayo, pues le advirtieron que nunca habían recuperado una bicicleta robada, dejándolo casi sin esperanza de poder encontrar a América. Para su fortuna en esta ocasión el caso fue diferente.
Seamos realistas y digamos las cosas como son.
Por ejemplo, cuando asesinan a un personaje que fue famoso en cuestión de horas o días tienen a los sospechosos agarrados, pero cuando el afectado fue “Juan Pérez” de cualquier colonia o pueblito nadie rinde cuenta alguna sobre lo sucedido.
Los casos atendidos con seriedad son muy pocos y tenemos el grave problema de la impunidad. Definitivamente hay mucho por mejorar si queremos crecer en el tema de la justicia.
Lo único que pido es que si llega “Pedro Sánchez” a reportar que su bicicleta fue robada en San Pedro Sula o cualquier otra parte del país, se busque con la misma intensidad con la que buscaron a América, pero sinceramente creo que es como pedirle peras a un manzano.
