Por CYNTHIA LAGOS
En una entrevista al periodista Alexeiev Morales de Diario EL HERALDO, el narrador deportivo Orlando Ponce Morazán, a quien JOH tuvo la “brillante” idea de nombrar ministro de Cultura, Artes y Deportes, se lució confesando que en su vida ha tenido unas 300 mujeres.
¡Qué penoso cómo este “personaje” público utiliza su machismo e ignorancia para exhibir a la mujer como un objeto sexual!
Claro, como no puede hablar de cuántos libros ha escrito, ni cuántas entrevistas memorables ha realizado, debe recurrir a temas que en Honduras son aplaudidos: las mujeres y el sexo.
Habla de los lugares en los que ha hecho el amor, porque si le preguntan por teatros, óperas, exposiciones de pinturas, bibliotecas, museos, no sabría qué decir.
Lo primero que Ponce Morazán ve en las mujeres -objetos sexuales para él-, son las piernas, los pies, los glúteos y no tolera que sean, según sus propias palabras, desnaturalizadas.
No dice que le gustan las que son cultas, leídas, profesionales, inteligentes, con liderazgo, porque la mujer es un objeto sexual a la que se lleva a la cama y luego se cuenta como una estadística.
Y así como Ponce Morazán “piensa” un alto porcentaje de hombres en Honduras. En un país en el que el número de feminicidios es alto, este tipo de declaraciones son desafortunadas y bochornosas.
Pero estas son las entrevistas que pegan, las que despiertan el interés ignorante como el hondureño, que se “cultiva” en redes sociales.
¿Quién será la “víctima” número 301 de Orlando Ponce Morazán? No lo sé. Sólo estoy segura que no seré yo.
¡Guácala!
