En otros países, los primeros que están en la fila para entrar al teatro son los presidentes y grandes funcionarios, vestidos de gala porque la ocasión lo amerita.
Pero en Honduras, la cosa cambia y parece que a los presidentes no les interesa mucho asistir a estos eventos y eso que cuentan con un palco presidencial full mickys.
Fuimos averiguar y según directivos del Teatro Manuel Bonilla el último que se presento fue el ex presidente Manuel Zelaya Rosales que asistió a un evento de ópera en el año 2008.
En las primeras damas cambia la situación; a ellas parece que les gusta este tipo de eventos ya que la última que asistió fue Ana García de Hernández, a un evento de Danza Contemporánea el año pasado.
¿Qué les pasa, presidentes?
Si queremos una sociedad diferente pues tienen que dar el ejemplo y créanme que asistir al teatro seria genial.
Espero hacer esta nota dentro de unos meses y cambiar ese dato donde hace 10 años el palco presidencial se encuentra solo.
La cultura, y en este caso el teatro, es parte clave para el desarrollo de un país. Se aplaude la creación de parques, pues esos espacios también son necesarios para la recreación, pero sería bueno que el gobierno le dejara a Tegucigalpa un teatro que sea orgullo para la capital.