El vino y chocolate son una de las mejores combinaciones que existen. No hay nada mejor que regresar a casa después de un día largo y sentarse a ver Netflix con una copa de vino en una mano y una barra de chocolate en la otra.
Es un placer que nos hace felices, pero también tiene grandes beneficios ya que comer chocolate libera endorfinas en nuestro cerebro, la hormona que nos hace sentir euforia.
Y aparte de lo que ya conocíamos, los dulces y los vinos también tienen un poder que desconocíamos: prevenir las arrugas.
Según un estudio científico publicado en BMJ Cell Biology, comer chocolate negro y beber vino tinto puede ayudar a que se vean más joven.
En este proyecto los científicos aplicaron a las células componentes basados en químicos naturales presentes en el vino tinto y en el chocolate negro.
Tras realizar varias pruebas se comprobó que las células más viejas comenzaron a dividirse a mayor ritmo, lo que muestra un comportamiento más propio de células jóvenes.
Estos alimentos tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que podría ayudar a mejorar el aspecto de la piel.
También el consumo moderado de vino (es decir, una copa al día) reduce las posibilidades de morir por una enfermedad del corazón. Por otro lado, el chocolate tiene un efecto antidepresivo interesante: ayuda a mejorar la circulación cerebral.
Ahora ya tenemos una excusa más para comer chocolate negro y beber vino tinto.
¡Salulúlu!