Cada vez que escuchamos la frase “Centro”, lo primero que se nos viene a la mente es el conocido Parque Central de Tegucigalpa.
Sin embargo, su verdadero nombre es Plaza Central.
Un lugar en el que TODOS los capitalinos ha caminado más de alguna vez en su vida, un lugar en que te podés encontrar cualquier cosa: niños corriendo, vendedores, los de la “Chica”, músicos de antaño animando, ancianos que descansan bajo los árboles cada tarde, los pastores evangélicos proclamando la palabra, jóvenes de colegios, y una infinidad de personas más.
¡Una maravilla!
Muchos lo conocemos, pero pocos sabemos su historia…
La Plaza Central tiene 445 años de antigüedad, se construyó para dar cumplimiento a una Ordenanza Real de su majestad Felipe II, emitida en el bosque de Segovia el 13 de julio de 1573.
El Real de Minas (Tegucigalpa) comenzó a crecer en pobladores y en casas que estaban ubicadas en los primeros barrios.
Al otorgársele el título de Villa en 1768, Tegucigalpa ya era uno de los centros poblacionales más importantes de la provincia y en su plaza central se realizaban los eventos oficiales y religiosos de mayor relevancia.
Cuando en 1880 el Dr. Marco Aurelio Soto trasladó la capital de Comayagua a Tegucigalpa, una de las primeras iniciativas de su gobierno fue remodelar las plazas existentes, la central, la del convento de La Merced, la de San Francisco y la de La Concepción en Comayagüela.
Ordenó a Francia la confección de una estatua ecuestre del general Francisco Morazán y cuatro representativas de las cuatro estaciones del año para ser instaladas en la Plaza Central.
La Plaza Central pasó desde esa fecha a llamarse parque Morazán. La estatua del héroe fue colocada en el propio centro y en las cuatro esquinas las representativas de las estaciones del año.
Se levantó un hermoso quiosco en el extremo suroriental que servía para los conciertos.
Rodeaban al parque en aquellos años, la Catedral Metropolitana, el viejo edificio del Tribunal Superior de Cuentas, el Museo Nacional, La Samaritana, el Banco de Honduras, un viejo inmueble donde funcionaba la tienda de los hermanos Hasbum, conocida como La Moda de París, Los Corredores y una esquina del edificio propiedad de don Trinidad Mendoza, donde funcionó la Farmacia Unión.
Me imagino una hermosura completa.
La última remodelación del siglo XX estuvo a cargo del arquitecto y alcalde de la capital Henry Merriam, quien desarrolló un nuevo plan urbanístico para la ciudad que incluyo la remodelación de la Plaza Central convirtiéndola en la nueva Plaza Cívica de Tegucigalpa.
La nueva remodelación consistió en la ampliación de la Plaza, las calles se convirtieron en peatonales, excepto la que se encuentra frente al edificio Midence (antiguamente edificio de los Corredores), se cerró la avenida Paz Baraona desde la farmacia el “Ahorro” hasta el antiguo palacio de los ministerios (hoy el Museo para la Identidad Nacional (MIN) convirtiendo todo el corredor en peatonal.
La estatua del General Morazán es reubicada en el centro de la plaza y se cambia su vista dirigiéndose hacia El Picacho.
El jueves 6 de enero de 2005 se inauguró la nueva Plaza Central, tras una remodelación que duró alrededor de 15 meses en la administración de alcalde Miguel Pastor; este fue el primer intento por el rescate del centro de la ciudad desde su última remodelación en 1977.
El sitio lo podemos dividir en dos partes; la primera frente a la Catedral, donde se colocó una fuente, que en los primeros años de uso fue muy bien acogida por los ciudadanos quienes la convirtieron en una fuente de los deseos pero que para el 2010 se encuentra en desuso, las cuatro estatuillas de las estaciones.
De igual forma se colocó una escultura del mundo colocada al centro de uno de los jardines el que se encuentra justo en el lugar donde se había ubicado a inicios del siglo XX el quiosco.
La segunda parte es la que se añadido durante el mandato del alcalde Henry Merriam, donde antiguamente se ubicaban los parqueos de taxis.
En este sitio se colocó un escenario con el objetivo de realizar presentaciones culturales, además de una gradería en forma de anfiteatro, una fachada colocada frente a lo que hoy en día es Litter Cesar y justo tras el escenario se encuentra un pequeño techado donde se ubican los limpiabotas.
¡Sin duda, que la Plaza Central es una combinación de toda la historia de Tegucigalpa, un lugar con una belleza escondida e histórica!