La jueza Lidia Álvarez se encuentra en el ojo del huracán de la opinión pública, pues dejó en libertad a los acusados del caso de corrupción conocido como Pandora, los mandó a sus casas, y sólo dejó a uno en el bote: al ex ministro de la secretaría de Agricultura y Ganadería, Jacobo Regalado.
De allí se hueviaron 282 millones de lempirar que luego “inyectaron” en la campaña del Partido Nacional. Además le dieron una sobra al Partido Liberal.
A la jueza Álvarez le ha llovido duro. Puede que a ella le sople, pero para millones de hondureños es una muestra más del corrupto sistema que prevalece en la justicia hondureña.
¿Vos, con qué palabra calificaría la sentencia de la jueza?