Douglas García tiene apenas trece años, pero posee el valor de un adulto. El pequeño campeón de la Copa Nacional de Downhill llegó a RadioHouse y cuando lo vi, lo primero que se me ocurrió preguntarle fue “¿No te da miedo?”. Su sonrisa serena me lo dijo todo.
Y luego, sin dejar de sonreír: “No, no me da miedo. Me gusta lo que hago. Nunca he sentido miedo al andar en bicicleta”.
La Copa que ganó fue con un récord increíble de 5 minutos descendiendo una montaña con grandes obstáculos, superando a sus 7 compañeros y siendo él, el menor de todos.
Las montañas fueron en diferentes lugares del país: San Pedro Sula, Choluteca, Valle, La Ceiba, Comayagua.
Según su papá, de Douglas siempre tuvo una fijación muy fuerte por la bicicleta eso se notó desde sus inicios.
“Yo le compré la típica bicicleta que todo niño tiene, con rueditas, pequeña, pero aprendió muy rápido. Luego vi cómo le fue gustando más y más y ahí fue donde aproveche y lo llevé a que aprendiera de manera profesional”, cuenta Douglas, su papá.
Es muy raro o mejor digamos, poco usual que un niño de su edad le llame la atención otro deporte que no sea el fútbol.
“Nunca me gustó el fútbol no me llamó la atención, siempre fue la bicicleta, me gustó andar en bicicleta. Luego, cuando fuimos comprando más equipo me gusto más, porque en la bici uno depende de uno mismo”, dice el pequeño campeón.
Si usted todavía no capta bien qué es este deporte, pues en palabras muchas más sencillas se las digo: “Descender por la montaña en bicicleta en el menor tiempo posible”.
A los pocos meses de entrenar hizo su primera competencia, donde compitió con personas mayores y quedó en tercer lugar. Y así poco a poco fue escalando hasta llegar a mejorar sus tiempos y obtener el primer lugar.
Una de las ventajas con las que Douglas cuenta es que su papá entrena con él ya que comparten la misma pasión.
“En este caso, el alumno supera al maestro y él hace cosas que yo no puedo o yo hago cosas que él me ha enseñado”, sonríe su papá.
Como lo dije al principio, este cipote tiene más valor que un adulto y en medio de la entrevista le pregunté cómo le ha ido con las “matadas”.
“Me he dado unas buenas, ja, ja, ja, la más grave fue en el brazo, me hicieron puntos; pero quebrarme, no, nunca”, cuenta.
Su sueño es terminar sus estudios y continuar hasta convertirse en un corredor profesional. Para ello, Douglas hace entrenamientos fuertes después de la escuela.
Y lo bueno es que cuenta con el apoyo incondicional de su padre, quien es, al mismo tiempo, su consejero y mejor amigo.
Fotos: Frank Aguilera.
