Por: Ramón López P.
Es bien difícil digerir la política en estos tiempos donde comentar un “buenos días” en redes sociales, abre la puerta a una serie de insultos, descargas, enojos, frustraciones y una serie de eventos que se van del alcance de mis manos.
Como vengo de un tierrero, donde hasta por pasar después de las 8:00 de la noche por determinada calle, es señal que me pueden quebrar el pico o hacerme un par de plomazos al aire, da igual emitir la opinión o no con mis aleros de Radiohouse.
Aquí vengo pues, como baleada de la línea en La Ceiba: ¡Con todo!
Hoy los “honorables” padres de la Patria, “Chele” Castro de Libre y Enrique Yllescas de la Alianza de Romeo, no la de Mel y Salvatore, se dijeron hasta de lo que se iban a morir.
Protagonizando un acto que hasta a mí me dio pena ajena, hasta me dieron ganitas de guardar mi banderita de Libre que cuelga en las láminas de la casa.
¡Asesino!, ¡Sinvergüenza!, ¡Marero!, ¡Criminal!, ¡Don Nadie! … Esas son algunas palabras del repertorio que estos “honorables” padres de la Patria protagonizaron en plena sesión del Congreso.
¿Cómo vamos a salir adelante con esta clase de “gente” manejando el país?
¡Me voy a tirar de diputado las próximas elecciones!
En Los Pinos me aman.
Adiós, vacas intelectuales.