Las clases de las escuelas y colegios bilingües ni siquiera han terminado, pero los padres de familia ya recibieron la “buena noticia” que habrá incremento en las matrículas y mensualidades.
“No nos han dicho de cuánto será, pero sí sabemos que el aumento viene. Ese no es el único gasto, porque para cada evento que se inventan los padres debemos pagar la comida, los vestuarios”, dice un padre de familia.
Aunque ha habido intentos por regular los abusos en muchas instituciones que parecen dirigidas por mercaderes de la educación, la poderosa asociación de escuelas bilingües siempre se ha salido con la suya y aumenta cada año con justificación o no.
El colmo de los abusos es que los cálculos los hacen en dólares. ¿Y es que el dólar es la moneda oficial de Honduras, puej?
Así que hasta eso está prohibido para la sufrida clase media hondureña: darle una buena educación a los hijos.
Entre los trancazos al combustible, a la devaluación de la moneda, el peaje, en fin, solo falta que le suban al guaro.
¿Alguien meterá las manos en este asunto o todos se seguirán haciendo los locos?
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