De escándalo las reacciones de los aficionados del azul profundo Motagua porque los directivos del Marathón prohibieron la entrada a los seguidores del ciclón para la final del próximo sábado.
Los verdes están en su estadio, de hecho es el único equipo en el país que tiene su propia sede y si no quieren motagüenses en su final, están en su derecho.
Cada quien deja entrar a su casa a quien le da la gana. Los precios les había comentado que sacrificaron la taquilla, por lo deportivo, consideran que llevar a Motagua al Yankel es presión para el equipo visitante, más por la cercanía de la afición con el engramillado, seguro no se andarán con cariñitos para los rivales y les dirán de todo.
Héctor Vargas lo tiene claro, conoce a su equipo y sabe que en el Yankel van a salir con todo desde el primer minuto, cosa que los aficionados azules se niegan a creer.
De dientes apretados el partido del próximo sábado.