El partido de ida de la Gran Final entre el Motagua y el Marathón terminó empatado 1-1, pero más allá de lo deportivo hay un aspecto que definitivamente debemos destacar, y este es la labor policial.
Parece una locura decirlo, pero el registro es el siguiente:
- Olimpia 0-0 Motagua (Cero violencia)
- Motagua 1-1 Olimpia (Cero violencia)
- Motagua 1-1 Marathón (Cero violencia)
Los tres encuentros pueden ser considerados de alto riesgo por las batallas que han protagonizado sus aficionados en el pasado, sin embargo la nueva forma de trabajar por parte de la Policía Nacional ha evitado cualquier inconveniente.
Se mantiene el control de las barras con respecto a su llegada y a su salida, además se hacen exhaustivas revisiones de cada asistente y por eso desde que entras a los perímetros del inmueble te sentís seguro.
Definitivamente es algo extraño porque nunca se había hecho algo similar, pero se está haciendo, y eso debemos aplaudirlo en todos los sentidos.
Aficionados satisfechos con la seguridad brindada por parte de tu Policía Nacional #ServirYProteger es nuestro compromiso #GranFinal #LigaNacional 👮 ⚽ pic.twitter.com/vIFTbv6SMJ
— Policía Nacional (@PoliciaHonduras) 13 de mayo de 2018
Es claro que no todo es perfecto, pero con jornadas laborales como estas se van descubriendo ciertas debilidades de los proyectos de trabajo, las cuales se intentan resolver en próximos eventos.
“La seguridad fue un éxito, supervisamos los anillos de seguridad en los alrededores y dentro del estadio y no se presentaron incidencias, agradecemos a los aficionados que se portaron a la altura y a cada uno de los agentes que han participado en esta operación”, destacó el Comisionado de Policía Ottoniel Castillo Lemus.
La evolución ha sido notable, y lo único que podemos reclamar es lo tardío que ha sido el sistema de seguridad para responder a la violencia en nuestro fútbol, pues desde hace varios años podían hacer algo similar.
En fin, lo importante es que al fin mostraron preocupación y la diferencia se ha notado, pero ahora es cuestión de mantenerse; la siguiente misión es evitar cualquier tipo de violencia en el Estadio Yankel Rosenthal de San Pedro Sula, donde el sábado se jugará la vuelta de la Gran Final.