Los pequeños, medianos y grandes empresarios de la isla de Roatán están motivados con el crecimiento del turismo en los últimos años. La llegada de tres a ocho cruceros por semana genera una buena cantidad de empleos, así como un interesante derrame económico.
Con la presencia del Allure of the Seas, el tercer crucero más grande del mundo, arribando a la isla de Roatán con 6 mil 410 turistas, el movimiento económico por el espacio de nueve horas que duró la estadía en aguas hondureñas fue excelente.
Muchos de los visitantes salieron del muelle municipal donde atracó el Allure para disfrutar de la belleza natural, la exquisita gastronomía y la amabilidad de las personas que habitan en este paraíso hondureño, ubicado en el caribe.
El primer encuentro de los visitantes fue con Orlando Rodríguez (foto principal), un vendedor de cocos que unas cuantas horas se quedó vendiendo “ya no hay”.
FOTO: Alfredo y María Fernanda (de Costa Rica), la pasaron pura vida en Roatán.
“La verdad que tuvimos una excelente venta; fueron 130 cocos los que me asignaron mis jefes y los vendí todos”, confesó Orlando.
Detalló que el precio normal era de 3 dólares (casi 70 lempiras), pero el valor aumentada unos tres dólares más si lo querían con un poquito de “piquete” (ron o vodka).
Los turistas que decidieron conocerla isla acudieron a los taxis que estaban a disposición.
Joel Gómez, quien conducía un busito con capacidad para unas 15 personas, aseguró que “llenó las expectativas esta bestia (Crucero Alluer)”.
Aseguró que la demanda estuvo en un 70 a 80 por ciento, “pero nos aseguraron que dentro de unos 15 días podría regresar al país y espero que para esa oportunidad la demanda suba a un 90 por ciento”.
Movilizó más de 360 personas
El empresario del transporte en la isla, Carlos Ramírez, confesó que en sus 24 vehículos (10 coaster y 14 busitos) pudo movilizar alrededor de la isla a más de 360 turistas.
“Solo al hotel Sol y Mar le moví 200 personas”, nos contó.
“A cada turista le cobrábamos de 15 a 20 dólares, dependiendo del lugar que quería visitar”, agregó.
Ramírez también es propietario del King Kong Hiking Tour que ofrece los servicios del canpy para las personas que les gusta la adrenalina.
“Unas 18 personas (turistas) hicieron la operación (el Canopy)”, aseguró.
Al igual que muchos empresarios, Carlos Ramírez invita a todos los hondureños a cuidar las Islas de la Bahía porque las considera “un diamante en bruto”.
Además, confió que solo para atender los visitantes del Alluer, generó empleo para 45 personas.
Cerca del muelle resalta el restaurante Fort Consolation que el pasado jueves recibió entre 80 y 90 turistas del impresionante crucero.
“Para nosotros estuvo movido, aunque no la cantidad que nosotros esperábamos”, contó Allan Arteaga que se desempeña en la atención a los visitantes.
Allan insistió que se tuvo una buena presencia de cruceristas y lo que más pidieron fue el pescado entero frito y sopa de mariscos.
Este moderno restaurante cuenta con un Canopy que cruza el muelle hasta llegar al Fort Consolation. “El Canopy también estuvo bien concurrido”, apuntó Allan.
Belleza y relax
Los turistas del Alluer que decidieron llegaron al corazón de la isla, pudieron disfrutar de las variedades que les ofreció Anthony´s Key Resort.
Al arribar al exclusivo lugar, los más de cien cruceristas se encontraron con el Instituto de Ciencias Marinas, que guarda en su interior la rica historia de la Isla de Roatán y la conservación de los arrecifes coralinos y las diferentes especies marinas del caribe hondureño.
El Anthony´s Key Resort cuenta con dos cayos naturales, en el más grande están ubicadas las cabañas. Allí un Spa de relajamiento.
“Del Alluer of the Seas nos visitaron seis personas, que se sometieron a masejaes, manicure, entre otros, a un precio de 92 dólares, incluido el impuesto”, confió Sherly Minzoth, encargada del centro de Spa.
En el cayo menor, los visitantes pudieron compartir con los 19 delfines, así como realizar buceo.
Para los micro y grandes empresarios de Roatán esta ha sido una importante experiencia la llegada del Alluer, el tercer crucero más grande del mundo y es por eso que ya se tienen que comenzar a alistar para recibir el 1 de enero del próximo año al, al barco más grande del planeta, el Symphony of the Seas, con 8,800 turistas.