¿Leer la Biblia en escuelas y colegios? ¿Por qué no?

La Biblia es el libro de los libros, aun alejando el contexto de un Ser Supremo, es una enciclopedia de enseñanzas, valores morales, empatía hacia los demás, amor propio y al prójimo, está llena de sabiduría y de verdades que al humano no le gusta respetar.

Con la medida tomada por el Congreso Nacional, donde aprobaron la moción del diputado, Tomás Zambrano, sobre leer la Biblia en escuelas y colegios antes de iniciar la jornada educativa, ha venido a crear un debate enorme sobre el enfoque de la educación en el país.

La medida aun no se puede aplicar, porque solo fue una moción, no es vinculante; si se llegase a aprobar como peoyecto de ley, no será obligatorio, los que no quieren que sus hijos no lean la Biblia, no se les va a obligar a nada.

Aunque por sentido común, si soy ateo, musulmán, judío, no voy a poner a mis hijos a estudiar en escuelas y colegios que llevan nombres de santos, vírgenes o de ángeles, porque desde todo punto de vista, la educación cristiana estará presente en todo momento.

A mí me enseñaron clases de Biblia, religión, oraciones y jamás me negué, si no quería estar, salía y jugaba fútbol, volvía una hora después a clases, no sentía que me estaban discriminando, imponiendo algo o violando mis derechos humanos.

No veo dónde está el escándalo, es un libro que vale la pena conocer para restablecer los valores morales que se han perdido en esta nación, a ver si de una vez por todas le tememos a un “Ser Supremo” y por esas casualidades de la vida, meta un poco de miedo hacerle mal a las personas.

La medida como tal es muy buena.