Por: Ramón López P.
Me he dedicado esta semana a ver los dimes y diretes que se tiene Nasralla y Manuel Zelaya, uno ardido porque no lo dejaron entrar a una reunión y el otro maleado porque el ingeniero anunció que creará su propio partido político.
Me causa mucha gracia como los de la oposición hondureña se rasgan las vestiduras y se bañan en agua bendita, poco les falta que pidan a sus seguidores que los eleven a los altares porque pueden hacer milagros.
Corre un rumor que los diputados se aumentarán el sueldo en 50 mil pesitos, incluyendo las bancadas que están en “contra” del partido de gobierno. Y los honorables de la oposición no han dicho ni “pío”.
Increible como a estas alturas siguen gritando “Fuera JOH”, “Dictador”, “reelección ilegal”, pero de sus “amigos” mandatarios en países como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, entre otros; no dicen absolutamente nada.
Es un doble discurso que jode, que molesta, porque ante tanta injusticia no protestan, no dicen absolutamente nada, simplemente demuestran que las ganas de llegar a la “guayaba” del poder es lo único por lo que luchan.
Lo que es bueno en otros países, en Honduras es malo… Pero porque no lo hicieron ellos.
¡La – men – ta – ble!