No me queda la menor duda que el costarricense, Keylor Navas; es actualmente el mejor portero del mundo, es un “mostro” – como decíamos en el barrio – es un arquero de primer mundo, de primer nivel. No se raja, va a todas muy seguro y lo mejor de todo es que la humildad lo hace enorme, un guardián del arco como muy pocos, de leyenda.
Me da un poquito de envidia, porque en comparación con los jugadores hondureños, no tenemos ninguno con el perfil de Keylor, esto no lo digo para que sea tomado a mal; si no más bien para que aprendamos cosas buenas y sigamos el ejemplo del tico, pueden ver la película que se hizo sobre su vida para comprender un poco más la razón de estas líneas.
Estamos lejos de tener un jugador de esa categoría, sobre todo porque somos muy conformistas, apuntar a la MLS y a ligas de primera en países centroamericanos parece ser el máximo logro de nuestros jugadores. Ya se nos acabaron los Rambos, los Emilios, los David Suazo, los Yearwood, los Pavón, todo eso quedó en el olvido, por ahí se asoma Anthony Lozano queriendo hacerle frente a esa responsabilidad inmensa de emular a los antes mencionados, Bryan Acosta tiene la misma posibilidad, después; no asoma ninguno.
Volviendo a Keylor, hoy demostró que es capaz de competir en el máximo nivel, bajo presión y con la mirada puesta en la final de Kiev, la tercera consecutiva que logra el Real Madrid. San Keylor Navas de Costa Rica, ante la mirada egoísta y racista de la prensa española que hacen eco en algunos directivos del Real Madrid y siempre está la cantaleta: “Vamos a traer a un portero estrella”. Lo tienen bajo los tres palos, es el sustituto ideal del gran capitán, Iker Casillas; es la seguridad, la solvencia y sobre todo el ángel guardián de Madrid.
Después de 8 atajadas, Keylor Navas tiene al Real Madrid en la final del próximo 26 de mayo en Kiev. Eso nadie se lo va a quitar jamás, lleven al portero que lleven, Keylor está por encima de cualquiera en este momento.
¡Pongan una foto de San Keylor en el altar, encienden las velas y le piden perdón por andar buscando otro portero!