Si nos vamos a información oficial y nos apegamos a los calendarios futbolísticos, la Cuarta Edición de la Copa Presidente debería estar en su etapa final, pero: ¡Neles pasteles!
En pocas palabras el torneo de copa en nuestro país desapareció, se puso a jugar escondite y sin explicación alguna no se desarrolló cuando debía hacerlo, sin embargo este viernes se ha vuelto a hablar al respecto.
Como si nada hubiera pasado la Fenafuth y los organizadores del torneo anunciaron que la Copa Presidente va porque va, aunque no en el tiempo en el que estaba previsto.
INFORMACIÓN OFICIAL: La Copa Presidente 2018 arrancará el 21 de julio y tiene previsto finalizar el 3 de noviembre.
“Habíamos tenido mucha incertidumbre sobre cuándo se realizaría esta Copa, pero después de varios análisis ya hemos hablado de cómo se puede mejorar porque lo que queremos es que sea un torneo más innovador y competitivo”, mencionó en conferencia de prensa Feryd Bascha, organizador de la competencia.
También se ha confirmado que el torneo mantiene su formato con la participación de 64 equipos de las tres categorías de nuestro fútbol, divididas de la siguiente manera: 10 de Liga Nacional, 28 de la Segunda División y 26 de la Liga Mayor (Tercera División).
El ganador tendrá un premio de medio millón de lempiras y el subcampeón de 300 mil, tal y como fue el año pasado. Posteriormente, a inicios del 2019, se jugará la Supercopa entre el campeón de Liga y el campeón de la Copa Presidente.
El Marathón es el actual campeón del torneo y por ende defenderá su galardón, aunque es un hecho que deberá recorrer un largo camino.
¡Ojalá haya más seriedad!
La Copa Presidente en sí es un gran proyecto, y sus buenos resultados se notan cuando hay fútbol en el interior del país, esto con la visita de equipos grandes equipos como Olimpia y Motagua.
Definitivamente es un torneo que debería estar bien cuidado, sin embargo no es así, y un ejemplo es que no se haya desarrollado de acuerdo al calendario.
Si no toman las riendas y la tratan como una competencia oficial podría terminar esfumándose, algo que sinceramente sería lamentable.