Es para ponerse de pie, quitarse el sombrero, aplaudir o lo que usted quiera, pero definitivamente debemos destacar lo que están haciendo los catrachos en el fútbol costarricense.
Aunque claro, hay que marcar diferencias. Lo de Jerry Bengtson en el Saprissa también se resalta, pero créanme, no llega todavía a lo que han hecho nuestros compatriotas en la Liga Deportiva Alajuelense.
Luis Garrido, Alex López y Roger Rojas se han convertido en piezas fundamentales para la escuadra “Manuda”, y para que vean que no estamos inventando, todo es cuestión de irnos a algunos puntos:
- Los tres son titulares indiscutibles.
- Garrido es de los mejores contenciones que hay en el torneo tico y López de los mejores armadores.
- ¡Y de Roger Rojas ni hablar! Es el máximo goleador del torneo costarricense con 14 tantos, uno más que su compañero de equipo Jonathan McDonald. Como agregado podemos decir que el “Ro-Ro” no ha marcado ni un tan solo gol de penal.
Definitivamente lo que están haciendo los hondureños en el hermano país centroamericano es algo que nadie pensaba, y es en este punto en el que nos nace una duda…
¿Por qué brillan tanto allá cuando en Honduras no pasaban de ser “buenos jugadores”?
A Alex López le hicieron una pregunta similar en el programa Fútbol a Fondo de Televicentro, y bueno, su respuesta fue directa:
“Nos ha favorecido el estado de las canchas para nuestro fútbol”.
He ahí el detalle; no es lo mismo jugar en un campo con las condiciones necesarias que hacerlo en canchas como la de Tocoa, donde incluso da pena que se disputen partidos de Primera División.
Foto: Cancha del Estadio Francisco Martínez de Tocoa.
Disculpen la palabra, pero aunque suene fuerte la realidad es que en Honduras técnicamente jugamos en potreros, y lo peor es que ni siquiera se salva el campo del Estadio Nacional, algo que debería generar preocupación en nuestros directivos.
La ecuación parece sencilla; un buen campo y nuestros jugadores podrán hacer un buen fútbol, y el ejemplo lo hemos visto durante años.
La Real Sociedad de Tocoa juega mucho mejor como visitante, así que no hay que hacernos pelotas, una de las prioridades del balompié hondureño debería ser tener terrenos de juegos en buenas condiciones para desarrollar este hermoso deporte.
En fin, por ahora no quedará de otra más que esperar para ver si con situaciones como estas nuestros directivos quieren abrir los ojos, aunque como dicen por ahí: “No hay peor ciego que aquel que no quiere ver”.