Lo mencionamos ayer; se está haciendo una tormenta en un vaso con agua por la lesión de Domingo Zalazar.
El pasado sábado el Real España empató 1-1 ante el Marathón, pero más allá de lo fusbolístico lo que ha dado mucho de que hablar fue el incidente con la lesión del delantero aurinegro.
En el primer tiempo Zalazar tuvo un fuerte contacto aéreo con el defensor verdolaga Bryan Johnson, quien con un rodillazo lamentablemente fracturó dos costillas del jugador argentino.
¿Crees que hubo mala intención del jugador Bryan Johnson de #Marathón en contra de Domingo Zalazar de #RealEspaña? pic.twitter.com/hLWeqHoEhZ
— Diario Diez (@DiarioDiezHn) 27 de marzo de 2018
Definitivamente el futbolista del Marathón fue con demasiada fuerza a la disputa del balón, pero fue una jugada circunstancial, sin embargo todo se salió de control con las declaraciones de Rodrigo Castro, preparador físico del Real España.
Es reiterativa la orden “rómpele las patas”, “quebralo”… Ese es el tipo de profesional que quieren promocionar. LAMENTABLE!!! https://t.co/wHDmtVcECw
— Rodrigo Castro (@rodricastro20) March 26, 2018
Después de ello comenzó el dimes y diretes entre directivos, cuerpo técnico y jugadores, pues en la institución “Verdolaga” creen que los están señalando injustamente.
El detalle es el siguiente…
¡Ya se metieron los aficionados!
Una pelea casi sin sentido ha provocado que seguidores de la “Máquina” increparan a Bryan Johnson por la lesión de Zalazar, pues el delantero argentino probablemente se perderá el resto del torneo.
“Ayer él (Johnson) venía para el entrenamiento y lo increparon algunos aficionados que dijeron que eran del Real España, y eso no es correcto (…) Uno como dirigente debe velar por el bienestar de los jugadores”, mencionó ‘Rolin’ Peña, directivo del Marathón.
En fin, esperemos que eso solo haya sucedido en una ocasión y que no vuelva a pasar, que los seguidores se den cuenta de que fue una jugada netamente futbolística sin intención de lastimar a nadie.
Ante ello queda claro que directivos, miembros del cuerpo técnico y jugadores deben cuidar sus palabras, pues quieran o no influyen en el pensamiento de la hinchada.