El árbitro aquí, el árbitro allá y bla, bla, bla…
En el Olimpia no aceptan la derrota de este domingo ante el Marathón, bueno, al menos dentro del plantel, esto por la actitud que tomaron los jugadores después del partido.
Algunos señalaron las condiciones climáticas y en su mayoría hablaron del arbitraje, ya que se sintieron gravemente afectados por dos expulsiones (Rony Martínez y Luis Ovalle) y un penal en contra.
¿Qué opinar de esa postura?
Bueno, no sé qué piensan ustedes, pero al menos yo soy de los que creo que un equipo GRANDE en todo el sentido de la palabra no puede andarse quejando de lo que hagan los árbitros.
Al final lo único que importa es lo que se hace en el verde césped, y más allá de los errores por parte del réferi, en la institución capitalina deben aceptar que no supieron manejar el encuentro, viéndose superados ante un rival de respeto.
Pero, no nos andemos por las ramas y vamos al grano.
Tanto para Olimpia, Motagua, Real España y Marathón quejarse del arbitraje no debería ser siquiera una opción, aunque también debemos dejar claro algo… ¡Nuestros silbantes (No todos) andan por la patada!
El árbitro central del Clásico, Nelson Salgado, expulsó injustamente a Rony Martínez y a Justin Arboleda, además de regalarle un penal a favor a los verdolagas.
Y ese es el punto; quejarse es como darse con una piedra en los dientes, pues en este caso sería algo así como reclamar por la expulsión de Martínez y quedarse en silencio ante la expulsión del jugador del Marathón (Tal y como sucedió).
En fin, esto nunca cambiará, los árbitros se seguirán equivocando y punto. En ocasiones la situación estará a tu favor y otras en contra, sino pregúntenle a Héctor Vargas, quien hace un par de semanas le tiraba por todo lado al arbitraje nacional.
Lo importante es que con esto se debe hacer un llamado para los silbantes catrachos… ¡Tienen que ser más serios! Intenten hacer bien su trabajo y esta polémica dejará de existir. Ese es el camino.