Por: Ramón López P.
Después de sembrar la semilla que daría vivienda a 2 mil 600 familias hondureñas hace 27 años en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas Romero, intentan revivir el monumento a la corrupción número 1 del país. Más de 350 millones de Lempiras se pudieron haber perdido… ¡Hasta ahora!
Ahora se ve una luz al final del túnel porque Injupemp, la alcaldía y la cooperación internacional de Japón (JICA) quieren poner en marcha la resurrección del proyecto Ciudad Mateo que ya sólo se ven los techos de todo el monte que ha crecido en el mal logrado proyecto.
A ver si también se ponen a investigar a los ladrones que construyeron eso y los exhiben así como han hecho con “mi Rosita”, un crimen jamás prescribe, así que hay tela de donde cortar.
En un año podrían poner a funcionar Ciudad Mateo, luego de hacer un análisis correspondiente de las fuentes de agua y la manera en que van a deshacerse de los desechos sólidos de las 2 mil 600 casas.
Les queda de tarea a los cachurecos, poner a funcionar el monumento a la corrupción y meter al mamo a todos los que participaron en ese proyecto que durante 27 años ha brillado firme en impunidad.
