Hoy conocerán la historia del español Jaime Costa, quien definitivamente les tocará el corazón. Él vivía tranquilamente en España, se casó con una hondureña y juntos tuvieron una hija, a la cual llamaron Rubí. El tiempo pasó y con ello sucedieron muchas cosas, la madre catracha los abandonó y él se quedó en Honduras casi sin nada, logrando salir adelante con lo más apreciado en su vida, el amor de su hija.
Esta historia fue publicada por RadioHouse el 27 de enero de 2017. Hoy, un año después, se ha virilizado en España y la volvemos a compartir.
¿Jaime, cuénteme cómo empezó toda esta historia que hoy lo tiene en tierras catrachas?
“En el 2008 yo tenía una relación con la madre de Rubí (Hondureña), era un empresario en España que debido a la crisis económica intentó buscar una salida, así que con ella pensamos en invertir en Honduras, durante tres años comencé a comprar terrenos, propiedades y casas desde España, todo a nombre de ella”.
¿Qué sucedió después, cómo se da la separación de ustedes?
“Pues en el 2011 nos venimos a vivir a Honduras para poner en marcha varios negocios, y a los dos meses ella me pidió el divorcio y se fue de regreso a España, prácticamente me dejó sin nada de dinero aquí. En aquel momento nuestra hija (Rubí) tenía un año y medio de edad”.
¿Por qué usted se quedó en Honduras y no regresó a España?
“Ella pensaba que al pedirme el divorcio yo me iría totalmente derrotado para mi país, pero yo no pensaba salir de aquí sin mi hija, y para eso se necesita la firma de los dos padres (…) Estoy en proceso de tener la custodia total de mi hija”.
¿Dónde está la madre de Rubí?
“Es una larga historia, ella aquí falsificó mi firma para tener el divorcio, para poder irse a España y obtener su nacionalidad española. Luego viajó a los Estados Unidos para encontrarse con su viejo amor, actualmente no sé donde vive, pero está siendo buscada por el Ministerio Público”.
¿Cómo fue que llegó a quedarse sin dinero?
“Estando en España invertí alrededor de 4 millones de Lempiras en propiedades aquí, al venir teníamos el equivalente de 200 mil Lempiras en el banco, ella se lo quedó todo y me dejó sin nada (…) Cuando ocurrió el problema, mis suegros me dejaron quedarme un tiempo en su casa siempre creyendo que yo me iría para España derrotado, pero al ver que no lo hice me echaron a la calle”.
¿Qué fue lo más difícil en ese momento?
“Lamentablemente mi hija estaba enferma, pero por suerte aquí en Honduras no te mueres de hambre porque cualquier vecino te regala un plato de comida, y unos vecinos me dieron donde quedarme por un tiempo”.
¿Que ha hecho para sobrevivir y salir adelante junto a Rubí?
“En un principio tuve que pedir un dinero que tenía ahorrado en España, con eso empecé a salir adelante; compré un local aquí para poner un restaurante en el bulevar Morazán, pero con el tiempo tuve que cerrarlo porque me pedían pagar el impuesto de guerra (…) Me pedían casi 20 mil Lempiras mensuales, luego busqué otros caminos”.
¿Siente rencor con la madre de Rubí y con quien en su momento fue su esposa?
“Yo no siento rencor hacia ella, lo que me molesta es que abandonó a su hija por irse con otro hombre, si ella no me quería no era problema, terminamos todo y hacíamos reparticiones de bienes y listo, pero nos hizo venir hasta aquí para dejarnos a Rubí y a mí en la ruina, al final de todo yo no importo me preocupa el futuro de mi hija”.
¿Rubí pregunta por su madre o no la recuerda muy bien?
“Ella nunca convivió con ella, no la recuerda, con decirte que el Ministerio Público en un examen psicológico que le realizó a la nena la pusieron hacer 5 dibujos e hizo unos cuantos donde estamos ella y yo, en ninguno se dibujó con su madre. Ella ha venido a Honduras de vacaciones, no tiene comunicación con mi hija, pero una vez que vino intentó secuestrarla y sacarla del país de manera ilegal”.
¿Qué dice tu familia en España con todo lo que ha sucedido?
“Que me regrese y continúe desde allá, pero no puedo dejarla, mi hija mayor es la que está más resentida conmigo porque ella me advertía que pasaría esto, no querían que me viniera para Honduras”.
¿Qué tal te ha tratado Honduras?
“Pues aquí me ha pesado de todo, tanto cosas buenas como situaciones difíciles, como cuando estuve en el hospital (…) Una moto me atropelló y estuve como 12 días internado, me rompió el bazo y estuve cinco días en coma (…) Como no habían familiares para autorizar la operación la embajada española se hizo cargo de todo y puso un doctor a colaborar”.
¿Con quien estuvo Rubí cuando usted estaba en el hospital?
“En su escuela, como ella asiste a una que es financiada por la primera dama Aguas Ocaña, me han ayudado mucho (…) Después del incidente y de los infartos la Embajada de España me mandaba con todos los gastos pagados para allá, pero mi hija no puede salir aún y no pienso dejarla”.
¿Cómo va el proceso legal?
“Todo comenzó en el 2015 porque no tenía recursos para pagar, y antes de eso el abogado que supuestamente me estaba ayudando me ‘hacia la ponga’. como dicen aquí(…) Tengo un 80% de posibilidades de quedarme con mi hija, solo falta comprobar que a Rubí no le hace falta la mamá. Al final de cuentas yo no lucho por las propiedades, lucho por mi hija”.
¿Qué piensas hacer si te dan la custodia total?
“Pienso viajar a España a mejorar mi salud, me hace falta mucho mi país (…) Quiero iniciar de nuevo con Rubí, ademas ella desea viajar y conocer España (…) Posiblemente cuando mejore todo regrese a estas tierras, aún tengo la esperanza de triunfar en Honduras”.
Por ahí escuchamos un rumor de que hay un libro y una película sobre tu historia…
¿Es cierto?
“Sí, lo del libro se me ocurrió para sacar adelante a mi hija, se llama ‘Las Dos Caras de la Moneda’ y fue financiado por un hondureño que vive en los Estados Unidos, muchos catrachos lo han comprado, así que les debo mucho (…) Lo de la película también es verdad, ahora mismo se está produciendo y está basada en mi experiencia, esto con el fin de ayudarme económicamente”.
¿Qué detalles nos podría contar sobre esa producción?
“Rubén Darío es el director, yo y rubí haremos nuestros propios papeles. Será la primera vez que sucede eso”.
En fin, esta es la fuerte historia de este padre español que ha demostrado una cosa en Honduras: Amor por su hija.
“Sin tener recursos, he procurado que mi hija no sienta la pobreza, ni que le falte un plato de comida, cuando no teníamos televisor yo le leía cuentos, no quiero que mi hija tenga una mala niñez, no le quiero fallar”
Fotos: Sergio Montero.
