En San Pedro tuvo lugar el encuentro entre Real España y Olimpia, el mal llamado clásico moderno de la Liga Nacional. Triunfo para los albos con autogol de Wilfredo “Pistolero” Barahona.
De esta manera el Real España entra en crisis, solo ha logrado 6 de los 18 puntos posibles en este torneo, el Tato García está cuesta arriba, la maquina no arranca y ante este hecho, los jugadores perdieron muy fácil la cabeza.
Al punto que el juego se tornó brusco y de mucho roce y terminó perjudicando a Olimpia con la expulsión de Gerson Rodas.
Los jugadores en tres ocasiones estuvieron a punto de ir a los golpes, eso calentó a las barras, sobre todo a la de Real España que de no ser por la rápida intervención de la policía nacional hubiese terminado en batalla campal dentro del terreno de las acciones.
También al árbitro Armando Castro le quedaron cortas las tarjetas, tuvo que haber sacado un par de amarillas más para equilibrar las acciones.
Ambos equipos no jugaron a nada, lentos, perdidos por momentos y se dedicaron a otra cosa.
Los jugadores están llamados a dar espectáculo futbolístico, no es boxeo el que quieren ver los aficionados, más en una sociedad “mecha corta” en la que nos encontramos, cualquier cosa se convierte en pleito de enormes proporciones.