Hay que ser penco para estrellar un camión de carga sobre el arco del nuevo paso a desnivel frente al aeropuerto internacional Toncontín. Basta con ver la imagen para saber lo necios, torpes y pencos que somos los hondureños para manejar.
Este solo es un caso de la casi nula educación vial que existe en la sociedad hondureña.
Por ejemplo, si ves un rotulo gigante que dice: “Altura Máxima 3 Metros” no metas el camión, el bus, la rastra, no seas bárbaro y penco.
Es igual cuando uno quiere pasar o entrar a una calle principal, si te ven pidiendo pasada aceleran, si ven a un peatón, aceleran; si pones la vía para cambiar de carril, aceleran; dejen la estupidez y tengamos más muestras de cortesía con los demás.
Como decía en aquellos buses inmensos de antes: “Si lleva prisa, no apure al conductor; levántese temprano”.
¡Léase y cúmplase!
