Se sirvieron muchos años del fútbol y muchos años después, cuando llega a una posición de poder en el gobierno, ignoran los problemas que atraviesa la Liga Nacional.
Me refiero a personajes como Wilmer Velásquez, Gilberto Yearwood y don Jaime Villegas como los más destacados.
Nunca llegaré a creer que el fútbol es más importante que los problemas que tiene Honduras, nunca será prioridad sobre temas más relevantes. PERO si creo que se le puede hacer un espacio, un paréntesis. Después de todo, ¿no es el deporte parte de un país? ¿No es una forma para evitar que algunos jóvenes se pierdan en drogas y delincuencia?
Wilmer el ‘matador’ Velásquez en su momento dijo estar cansado del fútbol y al retirarse se borró del mapa y nunca le volvimos a ver en una cancha en ninguna otra faceta. Eso lo puedo entender pero dar la espalda de forma tan extrema, no.
¿Por qué tanto egoísmo? Son famosos y se dieron a conocer gracias a la pelota que merece un mejor trato por parte de ellos.
La Liga Nacional tiene graves problemas de infraestructura y por lo menos a mí me gustaría saber que acciones están tomando ellos para intentar mejorarlos.
La crisis de país ataca parejo y aunque los dirigentes del balompié catracho han demostrado ser inoperantes, hay dificultades que ameritan de grandes intervenciones por la magnitud de los problemas. Con esto no quiero decir que un diputado debe resolverle la vida a la ‘liga cinco estrellas’ (qué chiste) pero sin duda podrían colaborar de vez en cuando, ¿no creen?
Quisiera que Liga Nacional gozara de libertad financiera y capacidad operativa pero entre tanta figura decorativa, tienen a medio mundo abandonando el barco, clamando por ayuda y buscando nuevos capitanes.