Siempre he querido apoyar que debemos ir al estadio a ver el fútbol nacional y he querido echarle la culpa a las barras, a la seguridad, a lo feo que son los estadios, al poco transporte público que se puede encontrar después de salir un sábado a las 9:00 P.M. y un domingo a las 6:00 P.M. … Sin embargo, el clásico sampedrano y el “súper clásico” capitalino es una farsa.
Qué fútbol más aburrido y lento, si hay falta se tardan casi dos minutos en reanudar el partido, los árbitros pitan por todo, por nada, porque si y porque no, no dejan la continuidad necesaria.
Es el típico juego de pasar la pelota de la defensa a los delanteros sin pasar por el medio campo, hoy me aburrí de ver el juego horizontal que presentan los dos equipos más grandes de Honduras (Olimpia y Motagua).
Sinceramente el nivel futbolístico en este momento es muy bajo y a eso hay que agregar el mal estado de las canchas para desarrollar el deporte.
No se puede vender la Liga Nacional a otros países, es aburrida, lenta y miserable, porque los equipos juegan a no hacer goles y si hacen uno, meten el bus de aquellos que iban de Choluteca a Trujillo en un solo viaje.
¡Triste y lamentable!
PS: Los extranjeros que contrataron estos equipos no han demostrado absolutamente nada en los minutos que han tenido en la cancha. Por el bien del fútbol, deberían tener un nivel más alto que los jugadores de Liga Nacional.