Imagínense que el Olimpia o el Motagua así de la nada dejaran de jugar, desaparecieran de la Liga Nacional y dejaran a toda su hinchada sin equipo al cual seguir.
Bueno, algo así sucedió en Argentina, solo que no fue un club de fútbol, sino una institución que durante muchos años se convirtió en algo representativo del país sudamericano.
Hablamos nada más y nada menos que de “El Gráfico”, revista deportiva que ha dejado de imprimirse en papel, quedando viva únicamente en el ámbito digital.
Muchos definitivamente conocen de qué medio hacemos referencia, pero para los que no, basta un breve resumen de cómo llegó a ser denominada entre sus lectores:
“LA BIBLIA DEL FÚTBOL”. Eso lo dice todo.
La revista impresa fue fundada en 1919 y estuvo en el mercado casi 99 años, algo que se debe aplaudir y respetar. Entre las curiosidades podemos mencionar que Diego Armando Maradona fue el personaje que más veces apareció en la portada (134), pero de todas sus ediciones (Más de 4 mil) ninguna fue tan especial como cuando apareció un demonio centroamericano.
Lo dijo Alfredo Di Stéfano en una ocasión:
“Para cualquier jugador del fútbol argentino sólo existen tres sueños: jugar en la Primera de su equipo; salir en la tapa de El Gráfico y jugar en la selección nacional”.
En 1995 no fue un futbolista argentino el que apareció en la portada. A mucho orgullo podemos decir que fue un CATRACHO y que es una de las leyendas de nuestro balompié; Eduardo el “Demonio” Bennett apareció en El Gráfico después de coronarse campeón en Argentina con el San Lorenzo de Almagro.
Nuestro compatriota formó parte de aquel plantel dirigido por Héctor el “Bambino” Veira, y a pesar de no contar con mucha participación en ese torneo poco a poco se fue ganando un espacio en el fútbol argentino.
¡Bennett dejó su huella en la portada de El Gráfico! Y créanme, en aquel momento nadie se imaginó que esta revista pudiera tener un fin.
¿Por qué desaparece?
Todo parece responder a la crisis que sufre actualmente la industria gráfica. Desde marzo de 2002 dejó de salir todas las semanas, luego se transformó en mensuario, y poco a poco fueron sintiendo la disminución en cuanto a las ventas.
Un factor determinante en la crisis del papel impreso es el cambio global que se acentúa con el avance de la tecnología, es por ello que ahora El Gráfico entra de lleno a su versión digital.