¡Por favor! Entiéndase el sarcasmo…
Esto no es cuestión de colores, camisetas, instituciones ni nada por el estilo, simplemente es un tema de preocupación para el fútbol nacional.
Basta con revisar los siguientes puntos:
- Semifinal de Ida entre Olimpia y Motagua:
El árbitro Saíd Martínez señala un penal inexistente a favor de los “Merengues”.
- Semifinal de Vuelta entre Marathón y Real España:
El mismo árbitro Saíd Martínez señala dos penales muy dudosos a favor de los “Verdolagas”, mismos que estuvieron cerca de significar la eliminación de los “Catedráticos”.
A pesar de esos significativos errores la Comisión Nacional de Arbitraje asignó a Saíd Martínez como el árbitro central del juego de vuelta de la Gran Final entre Motagua y Real España.
¿Y adivinen qué?
¡Saíd lo volvió a hacer!
¡Se volvió a equivocar!
https://youtu.be/IqrHTnX32RE?t=7m17s
Durante 80 minutos tuvo personalidad, se mantuvo alejado de la polémica aunque fue un poco localista con las tarjetas amarillas, sin embargo estaba haciendo un buen trabajo.
Lamentablemente casi se pasea en la final; al minuto 83 y apenas tres minutos después dejó de señalar dos claros penales a favor del Real España, uno por una falta de Félix Crisanto y otro por un agarrón de Henry Figueroa.
Por suerte para Saíd en el tiempo extra los sampedranos llegaron al gol y se quedaron con el título, así que la polémica obviamente no tiene la misma repercusión que hubiera tenido si el Motagua se quedaba con el título.
Como ven no es un tema de colores; hace algunos días perjudicó a los “Azules” y este sábado hasta cierto punto le echó una mano.
En fin, esas son las consecuencias de premiar a alguien que no había hecho un buen trabajo en las semifinales, dándole la confianza que no merecía.
¡Ojo! No es nada en contra de Saíd Martínez, es mas, me parece un árbitro con talento y futuro, pero en la Comisión Nacional de Arbitraje lo están quemando.
La intención con este tipo de notas es que se tome consciencia para que nuestro fútbol cambie para bien.
Cuando existe un error arbitral los encargados deben ser sancionados con suspensiones para que intenten mejorar, de lo contrario estarán convencidos de que están haciendo un buen trabajo, cuando no es así.