La afición de Motagua y Real España merecen estar en el estadio cuando estos dos equipos se enfrenten en la final del Apertura 2017.
Sin embargo se debe tomar la determinación que los “home club” no dejen pasar aficionados del equipo contrario.
Tal y como sucede en Argentina desde hace algunos años, erradicaron de cierta manera el problema de los infiltrados en las barras.
Es doloroso ver partidazos de semifinal de la Liga Nacional en completa soledad, además es un golpe casi mortal a nuestro fútbol porque los equipos dependen muchísimo de estas taquillas en las instancias finales de los torneos.
No se puede morir el fútbol nacional solo por unos cuantos antisociales, no siempre el que hace más ruido es el predomina y es mayoría, seguramente hay muchísimas familias que anhelan ver a Real España en la final después de lograr eliminar al Marathón luego que los “verdolagas” consiguieran ganar las dos vueltas del torneo.
No sería justo tampoco para la afición azul que la hazaña del tricampeonato (conseguida dos veces por Olimpia y una por Real España cuando los torneos eran a 27 partidos o tres vueltas) no tenga derecho a ver cómo el Motagua logra el “tri” sin una sola alma en las graderías con quien celebrarlo.
No podemos vivir en un ambiente de miedo y en un escenario donde parece que los “malos” son mayoría.
Que se juegue con público local y listo.
No olvidemos que el fútbol le da muchísima alegría a todos los catrachos.