La Selección Nacional de Honduras tenía un importante partido este viernes en el Estadio Olímpico de San Pedro Sula, siendo este el juego de ida del Repechaje Intercontinental rumbo al Mundial de Rusia 2018.
Sí, es cierto, aún queda el partido de vuelta, pero en nuestra tierra necesitábamos tomar ventaja, algo que lamentablemente no se hizo al empatar 0-0 ante la escuadra de Australia.
No sé qué piensan ustedes, pero después del partido tengo una opinión clara… ¡No jugamos en casa!
¡Y ojo! No estoy señalando a los aficionados ni nada por el estilo, ya que lo que hizo la hinchada en general se debe aplaudir, sin embargo el equipo no jugó como tal, y eso no se puede esconder.
Australia se sintió cómoda sobre el terreno de juego y parecía que eran los locales, intentando mantener el control del juego y generando peligro en todo el sentido de la palabra, caso contrario a la “H”.
En ocasiones nos aferramos al pelotazo y fuimos imprecisos; técnicamente nos salvamos de perder. Créanme, el empate es una ganancia si nos enfocamos en lo que se vio en el campo.
En fin, por ahora no hay mucho que recriminar ni que reclamar; lo importante es que seguimos con vida y que todo se define en el partido de vuelta en Sídney (Miércoles, 15 de noviembre).
El empate en nuestro estadio es el mejor “peor” resultado que podíamos obtener, así que no nos demos por eliminado, ya que aún podemos clasificar, y con el regreso de Maynor Figueroa y Alberth Elis la ilusión crece.
Hablamos de una serie de matar o morir, donde a veces jugar bonito vale un pepino; lo único relevante son los resultados, así que… ¡Vamos, Honduras!