Los niños no querían reventar la piñata… ¡Se están perdiendo los valores!

Antes de comenzar, sí, lo sé, reventar una piñata no es un valor, es simplemente un decir, y por eso lo aclaro antes que comiencen a leer.

En mi niñez, la fiesta de cumpleaños era sinónimo de: bolsitas, confites, pastel, arroz con pollo y reventar la piñata, eso era toda la emoción

La razón de ser de una fiesta de cumpleaños, así éramos felices, así nos divertíamos.

Por eso, mi tremenda sorpresa cuando al llegar al cumpleaños del hijo de una amiga la piñata, pero al momento de reventarla… ¡Los niños no querían hacerlo!

¿¡Pero qué pasa con las nuevas generaciones!?

Sé muy bien que como dicen “los tiempos cambian” pero de eso a que los niños ya no encuentren divertido reventar la piñata en un cumpleaños, ya es algo que me asombra y me preocupa mucho ya que surge la pregunta ¿con qué se divierten ahora los niños?

Según estudios de AVG Internet Security el 58% de los niños sabe usar una computadora pero solo el 44% montar en bicicleta.

El 25% de los pequeños entre dos y cinco años es capaz de abrir y usar un navegador para jugar online y otro 20% necesita ayuda para hacerlo, pero una vez entra a las plataformas de juegos es capaz de actuar de forma autónoma.

De estos, solo el 9% sabe cómo amarrarse los zapatos.

Las redes sociales y los videojuegos han hecho que los niños de ahora se diviertan de forma distinta. Las interacciones se hacen a través de la red y a pesar de las críticas muchos de ellos aún continúan jugando en los parques, pelota en la calle, escondite, claro, no en el mismo porcentaje que unos años atrás.

Al final… ¿Quién reventó la piñata?

Pues como supondrán, no fueron los niños quienes comenzaron a ponerle la emoción a la cosa, si no que nosotros, los de 27, 28 y 29 años, los que le dimos garrotazos a esa piñata de león y tratar de conseguir unos cuantos confites.

Al ver que nos divertíamos, a los niños se les quitó la “pena” o lo que sea que tenían y comenzaron a reír con cada golpe a ese piñata.

Así que si vos sos de los que piensa que los niños de antes se divertían más que los de ahora, aprovechá el tiempo con tus hijos, sobrinos, hermanitos o nietos y transmitirles algunas de esos buenos momentos, que con tus amigos compartías en la calle.