Otra vez las barras de Olimpia y Motagua llenaron de vergüenza El Clásico

Hace rato que en el fútbol hondureño la palabra “Clásico” me huele a empate y a juego aburrido. Los dos clásicos de esta jornada dejaron muchísimo que desear.

Me enfocaré en el clásico capitalino donde UNA VEZ MÁS las barras se cagaron en todo, bola de obcecados, irracionales que no tienen el más mínimo respeto por los equipos, por los aficionados que van con su familia al estadio, ni por la autoridad.

Se pasan el amor por los equipos que siguen por las pelotas, manchan de sangre las banderas que deberían apoyar dentro y fuera del estadio sin producir ningún tipo de violencia.

Debería ser clausurada la entrada de por vida a estos muchachos que tanto dolor y problemas le ha traído al fútbol hondureño.

Entiendan de una vez que es un deporte donde deberían entrar abrazados y salir discutiendo el juego en paz. Los jugadores de Olimpia y Motagua son amigos, primos, hermanos, salen a comer juntos, etc.

Lamentable el problema general que producen las barras a nivel nacional. Hay que buscar una solución de una vez por todas.

En cuanto al juego, Motagua ganó. Salió con más hambre, con más ganas y se le veía firme en sus líneas. No cabe duda que es candidato para el Tri campeonato.

Olimpia a pesar de haber ganado la Concacaf League se vio lento, huérfano en ataque, el bloque ofensivo no llegó y a punta de pelotazo querían alimentar a Costly y Rojas.

Jack Hernández tuvo sus minutos de fama, invalidando una acción en la que Rubilio de cabeza ponía el 1-0 en el Nacional, sin embargo; por fuera de juego de Marco Tulio Vega la acción no contó.

A mi juicio si se toma el criterio que Vega bloquea la salida de Escober para ir por el balón, está bien anulado. Es una jugada para analizar muchas veces. Por eso es necesario el VAR en el fútbol hondureño.