Shirley Rodríguez, a mi criterio, es una de las mejores actrices que tiene el país. Ha participado en muchas obras de teatro como en películas. a
Así que hablamos con ella para conocer un poco de su trayectoria y que nos cuente cómo le va en esta nueva faceta viviendo en Costa Rica.
¿La mujer que cautivó con el beso en la película de Morazán?
Sí, participe como Teresa Escalante, la amante de Morazán.
¿Qué pensaste en ese momento?
En la escena nos sorprendían antes del beso. No pensaba en nada en específico, estaba ahí, en el momento, como Teresa Escalante, probablemente viendo por última vez al hombre que ama y admira, poniéndose en riesgo por hacerlo, entonces era más una mezcla de emociones que pensamientos.
¿Se nace o se aprende hacer actriz?
Se aprende y creo que se nace con ciertas características propias que luego te hacen tener más afinidad y sensibilidad por algunas cosas en lugar de otras. En mi caso, siempre me gustó el arte desde pequeña, estaba segura de que eso era a lo que me iba a dedicar, pero también se aprende; sin estudio y trabajo, el talento es una nube que pasa.
¿Dé dónde nace la pasión por el teatro y por ser actriz?
No sé exactamente de dónde, o quizá no lo recuerdo, hasta donde me alcanza memoria siempre quise serlo. Cuando era niña me la pasaba escribiendo historias, dibujando y montando tardes artísticas en mi casa, también actuaba, hacia imitaciones y cantaba las canciones de Guillermo Anderson en todas las actividades de la escuela.
¿Qué te ha dado el teatro?
Me ha dado mucho, mi formación viene del teatro. Hay que ser sinceros, la educación formal en Honduras por lo general tiene serias deficiencias, por no decir terribles. No fomenta el hábito de la lectura, creatividad, curiosidad. Se da muy poca importancia al arte, y el arte te ayuda a abrir la mente. El arte me abrió las puertas a otros mundos, el teatro sobre todo.
¿En dónde comenzaste?
Comencé con el grupo de teatro del Instituto Mixto Hibueras, ahí participé en varios montajes por años mientras fui estudiante, pero ya más formalmente; en Cien Sacos de Arroz con la Escuela Nacional de Teatro, Lisístrata con Asociación Cultural Memorias.
¿Y después?
El Sueño del General con la UPNFM, con Teatro Taller Tegucigalpa con quienes trabajé por varios años, algunas: Cuatro Letras, Canícula, De Como Moría y Resucitaba Lázaro el Lazarillo.
¿Y ahora en Costa Rica?
En la obra Rompiendo Códigos, co-producción La Carne Producciones y la Compañia Nacional de teatro.
¿Te casaste con un actor?
Sí, mi esposo es actor y director, nos conocimos durante el rodaje de Un Lugar en el Caribe, la película de Fanconi. Aparecí como extra en un par de escenas junto a él como su novia, y bueno por ahí comenzó la química y el amor que fueron creciendo posteriormente con la comunicación que mantuvimos después del rodaje.
¿Qué estás haciendo ahora?
En este momento, leyendo, escribiendo, viendo teatro y cine, con mi esposo formamos parte de un grupo de teatro con el que tenemos varios proyectos, con el más reciente “Algo de Ricardo” tuvimos varias temporadas acá en Costa Rica y también participamos como parte de la selección oficial en festivales de teatro en Argentina y Alemania.
¿Cuáles son los planes del 2018?
Para el 2018 seguir actuando en cine y/o en teatro. Dirigir también, con mi esposo ya tenemos obras en espera para ser montadas.
