¡Para los que hemos podido ser un Carlitos Collier!

Esta carta nos la hizo llegar una de nuestras lectoras, pidió que la compartiéramos, sin embargo nos pidió no revelar su nombre, lo cual respetamos. 

Noches de “guaro”, cigarros, un poco de “hierba” o tal vez mucho más que eso ¿suena familiar, no? No hasta que un CARLITOS COLLIER aparece en nuestros inicios de Facebook, portadas de diarios y entre las conversaciones de nuestros familiares y amigos.

Nunca te conocí, Carlitos, pero me dolés como si hubieses sido un amigo porque yo pude haber sido vos. Yo me he expuesto en situaciones como vos lo hiciste, yo he confiado en quién no debía y yo también he ignorado los consejos de mis padres.

Yo le he dado mi atención a palabras necias y he seguido caminos erróneos porque parece ser divertido, pero nada de lo que vos ni yo ni el resto de los jóvenes hondureños hagamos justifica que alguien nos robe la vida y ese derecho de seguir aprendiendo y con ello creciendo.
No te conocí, Carlitos, pero creo que debería de ser suficiente con saber que el malo de todo este cuento no fuiste vos. Después de todo, en serio espero y creo que estás en un lugar mejor. Sin embargo, hay gente que todavía te culpa y busca manchar tu nombre y el de tu familia diciendo que te “lo buscaste”.

Señores insensibles e ignorantes, Carlitos no fue mi amigo pero yo pude haber sido él y mientras nos equivocamos de esa manera les aseguro que lo único que de verdad buscábamos era ser felices.

Después de todo eso es lo que todos buscamos, ¿no? Estoy segura de que Carlitos se hubiese quedado en su habitación si hubiera sabido lo que pasaría, pero uno no puede vivir la vida encerrada, ¿o sí?
“Que por andar confiando en quien no debe”, NO, señores, NO. Les recuerdo que a quién le arrebataron los sueños fue a Carlitos. Esos traidores siguen libres por ahí.

La víctima es ÉL, soy YO, somos TODOS los que hemos podido ser él incluyendo a SUS hijos, sobrinos, ahijados, etc. Pero ya basta con hablar de ese grupo de cobardes y hablemos más de vos.

Espero que tu partida haya ayudado a tanta gente como me ayudó a mí. Dolés, sábelo, dolés porque fuiste más que las palabras amarillistas que usan nuestros ASQUEROSOS periódicos.

Fuiste más que eso y lo seguirás siendo, porque sos un “chavalo” con sueños como los que otros y yo tenemos, que simplemente cometiste un error como otros y yo lo hemos hecho, que un grupo de ratas te arrancó la vida porque creyeron que eran más fuertes que vos, pero Carlitos, yo creo que los Buenos se van primero porque ya han cumplido su misión en este infierno.
No te conocí, pero te lloro. Porque yo pude haber sido vos. QEPD.