Se meten a tener hijos y después los tratan sin piedad. Como este vídeo ocurrido en Honduras (no se sabe dónde), en el que una mujer golpea e insulta con malas palabras a un niño, quien es, aparentemente, su hijo.
Una cosa es educar y disciplinar a los hijos y otros es “penquearlos” como esta doña a quien deberían procesar.
En el vídeo se ve claramente que la madre le da tremenda fajeada a su hijo porque este “derramó un fresco”, el problema no es que lo regañe, el problema es que se ve cómo le esta dando con la faja pero con una cólera desproporcionada.
Allí es cuando no debe de ocurrir estos hechos porque ya no estamos cumpliendo el papel de castigar, si no que de lastimar a nuestros hijos, lo que no es nada saludable.
Pero…¿Es correcto incorrecto?
Consultamos con los psicólogos sobre esta conducta y afirman que: “El castigar de forma física no es efectivo, al pegar, cachetear, pellizcar o tirar de los pelos a un niño por portarse mal, solo les enseñan a tener miedo a que vuelvan a pegarle, pero no les hacen reflexionar, entender y reconocer que lo que hizo estaba mal.”
Por ejemplo, cuando se enseña a un niño a comer despacio, se le explica que si come rápido puede hacerle daño, y no que “si no comes bien, te pego”. Cuando este niño no esté vigilado por su padre o su madre, hará lo que le de la gana.
Según estudios, coinciden que cuando los padres llegan a dar nalgadas a hijo es porque no han conseguido enseñarle lo bueno y lo malo con razonamiento y lógica. No han tenido la paciencia ni la persistencia suficientes para hacerlo. Tal vez no crean que estas vías son posibles y menos aún si su hijo es pequeño.
Vos qué creés… ¿Se debe pegar con tanta furia a un hijo?
