El fútbol nos ha demostrado que la historia no es más que eso, historia; gloriosa en algunas ocasiones e insípida en otras, pero todo forma parte del pasado.
Lo importante de este deporte es la actualidad, lo que consigues en el hoy y lo que celebras, sin embargo nadie puede desconocer que los legados se respetan, y en este caso Olimpia tiene un gran peso encima.
El técnico Carlos Restrepo de los capitalinos ha intentado quitarse algo de presión en la final de la Liga Concacaf, colocando como favorito al Santos de Guápiles de Costa Rica, algo que desde mi punto de vista es inconcebible.
“El Santos en estos momentos ha marcado una parte muy buena en lo competitivo, tiene trabajo acumulado y es una ventaja, pero esto es fútbol, son dos juegos y esperamos que nosotros saquemos esa figura de los juegos pasados y ganemos la final.
La gente quiere ganar de historia, Alemania fue a Brasil y lo goleó, entonces para qué tanta historia de Brasil si la realidad fue otra”, afirmó el colombiano.
¿Santos de Guápiles favorito?
Bueno, discrepo totalmente con Restrepo.
Olimpia no solo ha cosechado éxitos a nivel nacional, sino también en el campo internacional, mientras tanto su rival no ha ganado nada, ni en casa ni fuera de ella (Claro, sin contar los dos títulos que tiene en Segunda División).
Olimpia: 30 títulos de Liga local, 2 torneos de la Concacaf y 3 de la Uncaf.
Santos de Guápiles: Dos veces subcampeón de Costa Rica.
Ante ese panorama no podemos andarnos por las ramas… ¡La obligación es catracha! No vencer al Santos de Guápiles sería un fracaso, ya que no solo no levantarían el título, sino que no clasificarían a la Liga de Campeones de la Concacaf.
En fin, no quiero decir que la final vaya a ser sencilla, pero es claro que los blancos tienen la chapa de “Favoritos”.
El partido de ida se jugará este jueves a puertas cerradas en el Estadio Olímpico de San Pedro Sula, donde la “Pimpa” intentará tomar ventaja en la serie.
