Este Feriado Morazánico quedé de tomarme un café con Kenneth Melhado para platicar un poco sobre el cambio de 180 grados que les ha tocado vivir a él y a su familia con la noticia de que María Isabella, su hija de tan solo dos años, tiene leucemia.
Desde que entré al lugar donde acordamos, me encontré con un hombre totalmente diferente al que había entrevistado otras veces: un hombre más sensible, tal vez lleno de miedos, pero al mismo tiempo viviendo un día a la vez y confiando plenamente en Dios.
Lo primero que le pregunte fue “¿Cómo está la gorda?”.
Y la expresión de su cara fue la de un padre locamente enamorado que daría todo para que su hija no sufra.
“Ahorita lleva tres semanas de tratamiento, de quimioterapia, ella va ir mejorando entre la seis o siete semanas de tratamiento”, dijo Kenneth.
María Isabella tiene Leucemia Linfoblástica Aguda LLA (es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros, un tipo de glóbulo blanco).
El tratamiento puede durar entre dos años y medio a tres.
El tratamiento consiste en matar todas las células, pero como la mayoría sabemos, la quimioterapia no distingue entre células buenas o malas y es acá donde hay efectos secundarios.
“Todas las personas que se someten a estos tratamientos se les baja las plaquetas, están más propensos a infecciones, vómitos, diarrea, dolores de cabeza, malestares en general y claro, existen otras complicaciones como perdida de la vista temporal, efectos en algunos órganos, como los riñones”, agregó.
El diagnostico de María Isabella fue súper rápido, a pesar de que nunca presentó ningún síntoma de debilidad o sangrado, ni ganglios inflamados, como solemos ver en las campañas de prevención de cáncer infantil.
“Ella nunca presento ningún síntoma, más que sus labios, los tenía pálidos, estuvo así varios días. Una tarde fui a la casa de mi mamá y me dijo lo mismo, y llamé al pediatra. Él en ese momento no estaba, pero me dijo que me adelantara con unos exámenes de rutina, un hemograma”, recordó.
“Al darme cuenta de los valores me asusté y obvio que las cosas no estaban bien, de inmediato llame a Mario Noé Villafranca, quien es oncólogo pero de adultos y me dijo: ´Los valores los miró complicados, tiene que llamar a un oncólogo pediatra”, continuó relatando el ex presentador de las Mañanas del 5.
Kenneth se puso en contacto con Armando Peña, jefe de Oncología Pediátrica del Materno Infantil.
“Esa misma noche nos confirmó que María Isabella tenía LLA, esta enfermedad tiene un mejor pronóstico, pero es cáncer y el cáncer no hay uno más mejor que otro, al final es cáncer”, dijo Kenneth.
Las estadísticas en Honduras son que 7 de cada 10 niños se salvan, pero en los Estados Unidos el 92 por ciento de niños se salvan y Dios abrió las puertas para que María Isabella tomara su tratamiento en ese país.
“Definitivamente fue Dios el que nos abrió las puertas, cuando se regó la noticia, la gente empezó a escribirnos para darnos información de los mejores lugares para el tratamiento, ese hospital es única y exclusivamente para los niños con cáncer”, dice Kenneth.
María Isabella recibe su tratamiento en el hospital Saint Jude, en Memphis.
“La misericordia de Dios ha sido infinita y la solidaridad de la gente es increíble, esto va más allá de creencias o partidos políticos, los pasajes, cuando me tenía que ir estaban, carísimos, y un diputado del Partido Nacional me los dio”, cuenta.
Y agrega que “La juventud del Partido Liberal se ha portado muy bien, mis otros dos hijos -Kenneth y Mía-, se quedaron acá y la muchacha ya ni les hacía merienda porque la solidaridad y el amor de los padres de familia de Aldebarán y Antares fue increíble, les llevaban hasta provisiones completas”.
Kenneth vino este feriado por sus dos hijos, porque es imposible que ellos se queden acá alejados de sus papás y de su hermana menor, que los extraña muchísimo.
Si usted desea ayudar con sus oraciones bienvenido sea, pero si lo quiere hacer con ayuda económica lo puede hacer a las cuenta de Banco Atlantida 109-2007-1122 o a Princess Maria Isabella Melhado.
“Como padre voy hacer todo por mi hija, si Dios decide otra cosa, igual yo haré todo lo que esté al alcance de mi mano”, finalizó Melhado
Nos despedimos del café con un “Hasta pronto, Kenneth” y deseándole todas las bendiciones a Maria Isabella para que se recupere de esto y sea un testimonio vivo.
