Por ANTONIO FERNÁNDEZ/lector de RadioHouse
Cuando un estudiante va a la UNAH a estudiar Periodismo, una carrera que es un apostolado, lo hace para ser la voz de los que muchas veces no tenemos voz, para mantenernos informados tanto lo que pasa en nivel nacional como internacional, y educar la población con distintos temas de importancia políticos , religiosos , culturales, etcétera.
Lo hacen a base de mucho esfuerzo, pasan sacrificios, horas de desvelo, hay muchos que van a recibir el pan del saber sin ni un tortilla en el estomago.
Hasta que el sacrificio da resultado y se terminan de graduar y esperan poner en práctica sus conocimientos adquiridos a favor de la población informando a diario bajo muchas adversidades y muchas veces arriesgando sus vidas.
El buen periodista es aquel que no inclina la balanza hacia ningún lado ni a favor de ningún político, ni a favor de la injusticias.
Un buen periodista es aquel que mantiene su ética profesional intachable que no busca sobornos ni se deja sobornar.
Desde hace mucho tiempo, desde que yo era un niño, miré cómo nacieron medios de comunicación tanto radiales , escritos y televisivos y con ello se crearon fuentes de empleo para los jóvenes que querían hacer del Periodismo un apostolado.
Pero a medida que pasaron los años los medios de comunicación se llenaron de figuras que actualmente son reconocidas y respetadas en el ámbito nacional.
Personas que usurparon, se adueñaron de la profesión, y le quitaron a los verdaderos profesionales del periodismo el derecho de salir en frente de un acamara de tv, ser la voz de una radio, ser la firma de un periódico.
Estos personajes que quitaron el derecho a otros de informar son ingenieros, médicos, odontólogos, químicos, abogados.
Estas figuras contaminan y ponen en bajo el nombre del Periodismo pues muchos de ellos buscan confrontaciones tanto en fútbol, religión, y peor aún, en la política.
Estas personas con su falta de ética promueven odio, división.
Un ejemplo es Rodrigo Wong Arévalo, un individuo que fue cronista deportivo durante muchos años, cuya licenciatura es en Derecho, un individuo que contamina la televisión nacional con comentarios muchas veces enfocados en el odio y mantiene una línea en contra de todo aquel que no comulgué con sus ideas ya sean de partido político o aquellos que le sacan los trapos al sol.
Cuando se le dice que el Canal 10 lo obtuvo como regalo en el gobierno de José Manuel Zelaya o personas que lo adversan directamente como Salvador Nasralla o otros periodistas que han demostrado con pruebas de los contratos jugosos que recibe a favor del Estado por hacerle campañas a los mandatarios de turno.